Cómo afecta el crecimiento urbano de las sierras de Córdoba en la falta de agua
La crisis hídrica en Córdoba es cada vez mayor y no es un fenómeno aislado. El movimiento de las grandes ciudades hacia las afueras, los incendios y la falta de lluvias. Todo tiene que ver con todo.
Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba y del CONICET provenientes de distintas ramas de la ciencia vienen estudiando la problemática desde hace varios años.
De ese grupo forma parte Fernando Barri, quien habló del tema con Ciudad U. En primer lugar, explicó que la escasez de agua en Córdoba es consecuencia de "un desarrollo urbano irracional sin planificación de ningún tipo".
Además, señaló que el movimiento indiscriminado de las personas de las ciudades hacia las sierras, más precisamente las partes medias y altas de las cuencas, ha afectado en la dinámica hídrica.
Sobre ese tema, consideró que "no hay un control ni regulación estatal". Por esto, explicó el investigador, se impermeabiliza gran parte de la cuenca con cemento y eso genera que las cuencas puedan captar menos agua.
Siguiendo esa línea, Barri explicó la importancia del "efecto esponja", cuando las lluvias son captadas por las cuencas de los bosques nativos: "Esto es fundamental para que esté disponible en épocas de sequía".
Además, indicó que la otra ventaja que la conservación de los bosques nativos impiden las grandes inundaciones. "La mayor parte de esa agua es retenida por el bosque", señaló y ejemplificó con el caso de las inundaciones en Río Ceballos en 2015
De esta manera, enfatizó en la importancia del efecto esponja:
"Del agua que cae en las sierras, el 70% u 80% es absorbido por esa esponja natural, si yo elimino el bosque nativo esa agua no se retiene y corre, entonces es mucho más el volumen del agua que corre y eso hace que la fuerza del agua sea mucho mayor y arrastre todo a su paso. Por eso es fundamental conservar lo poquísimo que nos queda de nuestras cuencas serranas"
La influencia del movimiento urbano a las sierras
Además, Berri destacó el fenómeno de la migración de los habitantes de Córdoba capital hacia localidades del interior como una de las principales razones que motivan:
"Si se hubiera planificado bien el desarrollo urbanístico habría que haber pensado que ese crecimiento en las zonas serranas sea sustentable, no generar esta dinámica de la ciudad capital monstruo que consume recursos".
Sobre ese tema, manifestó que se debería ser pensado con otras lógicas que respeten el capital natural, los bienes y servicios ecosistémicos de los cuales se abastecen los cordobeses.
"Sino pasa lo que está pasando ahora que se genera un gran crecimiento demográfico en regiones que empiezan a tener dificultades para el acceso a diferentes recursos, como por ejemplo el agua", concluyó.