Los hermanos Polti formaban parte de un grupo de militantes de distintos partidos que tenían como marca de origen común haber nacido en Morteros. Según informes periodísticos locales, la tradición militante viene de su padre, el Dr. Polti. Miguel Ángel Polti había nacido el 11 de julio de 1951 y llegó a Córdoba desde su ciudad natal para estudiar química en la Universidad Nacional de Córdoba.

Se incorporó al Movimiento de Acción Programática Siete de Septiembre (MAP7) de la Facultad de Medicina. Era una agrupación estudiantil vinculada al Partido Revolucionario de los Trabajadores y al Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). Miguel seguía los pasos de su hermano, Jose “Pepe” Polti, que ya era un cuadro militar del ERP.

Miguel se incorporó con apenas 18 años a los comandos Veintinueve de Mayo y Che Guevara, con los que el sector El Combatiente del Partido Revolucionario de los Trabajadores inició la lucha armada.

En febrero de 1971 dirigió el comando integrado entre otros por Juan Eliseo Ledesma, Humberto Adrián Toschi y Alejandro Ferreyra Beltrán que asaltó un camión de caudales en la localidad cordobesa de Yocsina y se llevó 121 millones de pesos. Todavía no había cumplido los 20 años de edad. Poco más de un año después, Toschi y Polti terminarían en la cárcel de Rawson y ambos formarían parte de la frustrada fuga.

La actividad militante era febril. Poco después del asalto en Yocsina, Polti participó del Viborazo, la protesta callejera contra el interventor del gobierno de facto Camilo Uriburu, producida en Córdoba el 15 de marzo de 1971.

Uriburu había dicho que había en nuestra provincia “una venenosa serpiente”, el movimiento obrero-estudiantil que había forjado dos años antes el Cordobazo, cuya cabeza buscaba cortar “de un solo tajo”. El Viborazo se los llevó puestos a él y, por añadidura, al presidente de facto, Marcelo Levingston.

Pero la renuncia de Levingston no iba a calmar las aguas del magma en que se había convertido la política argentina. Tampoco para los Polti. El 12 de abril de 1971 José “Pepe” Polti resultó muerto durante el operativo Sonia I que tenía como objetivo asesinar al jefe de la Policía, Julio San Martino.

En su libro “Primavera sangrienta”, el periodista Marcelo Larraquy narra que José Polti, junto con otros dos militantes del ERP, esperaron a San Martino frente a su casa para ultimarlo. Un vecino alertó a la policía y luego de una persecución y un enfrentamiento, los militantes se quedaron sin municiones y se entregaron. Fueron fusilados.

“Ellos sabían que en esta guerra del pueblo la muerte podía sorprenderlos, en cualquier momento y lugar. No les preocupaba, porque confiaban seguros en que su lugar de combate iba a ser llenado inmediatamente y su fusil caído, multiplicado por mil”, escribió Estrella Roja, el órgano de comunicación del ERP.

Julio Ricardo San Martino fue asesinado tal como habían intentado hacerlo Polti y sus dos compañeros. El 29 de julio de 1971 un operativo conjunto de FAP, FAR y Montoneros lo sorprendió frente a su casa.

En ese mismo mes, Miguel Polti fue detenido. En primer término fue llevado a la Cárcel de Encausados, en Córdoba. Luego, fue trasladado al penal de máxima seguridad de Rawson, del cual intentó fugarse en agosto de 1972.

Polti formó parte del grupo de 19 militantes que fueron llevados a la Base Aeronaval Almirante Zar, donde los militares, traicionando las garantías de seguridad que les habían brindado, fusilaron a 16 de ellos para luego presentarlo como un intento de motín y fuga. Dejaron con vida solo a tres, quienes pudieron contar luego lo sucedido.