No sin argumentos, la familia de Rosel Yanet López, la interna de la cárcel de mujeres “Padre Luchesse”, ubicada en inmediaciones a Bouwer, que falleció en los últimos días, descree de la versión oficial de un suicidio.

Por eso este lunes Carlos López y Ana, la prima de la víctima, denunciaron penalmente Juan Buvier, director del Servicio Penitenciario de Córdoba.

“Hay internas que terminaron con heridas y golpes. Ella no estaba deprimida como dicen y queremos que se esclarezca. Alguien que se ama no se quita la vida. Y ella amaba a su hijita; la conozco y sé que no iba a hacer eso. Era revoltosa, peleaba y le gustaba defenderse, pero no creo en el suicidio”, relató Carlos a radio Universidad.

El padre sostiene como una posibilidad la versión de que “la podrían haber matado”, porque, según supo, “había peleado y la habían castigado, aislado”.

El recuerdo que se lleva, tras la muerte de su hija, es la última visita a la cárcel: “Le fui a llevar unas cosas hace veinte días. Y le dije ‘Estás linda, hermosa. Le aconsejé que no anduviera peleando’”.

El contexto de la situación es la falta de respuestas oficiales a la familia, y diversos estudios recientes de las cárceles en Córdoba.

En abril pasado, la ONU presentó un texto tras realizar un análisis interno, considerando que algunas dependencias "son incompatibles con la dignidad".