Muchas cosas quedarán entre ellos. Y otras podrían ser informadas en los próximos días. Hasta ahora ni Andrés Fassi ni Juan Pablo Vojvoda, tras varias y prolongadas reuniones, puntualizaron los motivos que los llevaron a no continuar con el vínculo que los unía.

Las versiones son varias: que el dirigente expresó su disconformismo por la falta de consolidación del equipo a lo largo de la temporada, que tuvo como consecuencia el no cumplimiento de los objetivos deportivos, tanto haya sido no ingresar a la fase de grupos de la Copa Libertadores de América como a la Copa Sudamericana. También tuvo que ver el 12º puesto en la Superliga y la rápida eliminación de la Copa de la Superliga a través de Atlético Tucumán.

Ese combo fue una herida grave para el nacido en Monte Buey. A eso hay que sumarle el contexto de austeridad económica que empezó a regir en el club de barrio Jardín, que pone en duda la jerarquía del plantel a conformar para el próximo año futbolístico. Además, el director técnico no habría aceptado un pedido para reducir su cuerpo técnico a partir de cuestionamientos a algunos de sus colaboradores.

Ahora Talleres deberá buscar un nuevo entrenador, entre los cuales no se perfila Frank Kudelka, el preferido de los hinchas por sus logros recientes en el club albiazul. Las limitaciones en su presupuesto influirán para tomar la decisión de contratar un nuevo director técnico. Talleres no ha tenido ingresos fuertes por ninguna venta de futbolistas. En barrio Jardín piden paciencia, mientras los nombres de candidatos no tardarán en aparecer.