Los catorce clubes que participan hoy de la Liga de Fútbol Femenino de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), contarán en la temporada 2019 con subsidios para poder pagar los salarios de sus jugadoras.

La AFA informó el sábado que otorgará casi 25 millones este año, en el contexto de una mentada “profesionalización”, surgida a través de la presión social.

La denuncia de la jugadora de UAI Urquiza, Macarena Sánchez, encabezó la lucha para blanquear la actividad laboral.

Le puso el cuerpo y, no sin consecuencias, consiguió un logro colectivo cuando la actividad iba rumbo a los treinta años. Desde 1991 que en el país hay una liga de mujeres reconocida. Quienes realizaban la práctica, eso sí, no tenían reconocimiento laboral.

Hasta ahora. El reconocimiento es el de contratos profesionales equiparables a los equipos de Primera C Metropolitana, que oscilan entre los 13 y los 15.000 mil pesos.

Sánchez llevó adelante la batalla y se bancó ataques varios vía redes sociales, incluidas amenazas de muerte.

La puja apuntó hacia “el patriarcado”, presente en la actividad deportiva más popular del país.