El ambiente dentro del vestuario de un equipo que va perdiendo finalizado el primer tiempo suele ser tenso. La voz que predomina es la del técnico, con airadas reprimendas a sus dirigidos y una arenga motivacional para poder dar vuelta el marcador. Sin embargo, se cruza un límite cuando aquello pasa a una agresión, acentuándose si es física.

Este último fue un caso que se dio en Turquía. La Sub-19 del Kayseri Meysuspor caía por 3-1 al término de los primeros 45 minutos y su entrenador Halit Kurt, golpeó a la mayoría de sus dirigidos, a varios de manera repetida.