Una maniobra ilícita, desarrollada durante un amplio período de tiempo, fue descubierta por personal de Aerolíneas Argentinas.

Según se supo, seis trabajadores falseaban el sistema biométrico de control de ingreso y salida mediante la utilización de dedos de silicona, con las huellas del resto de sus pares.

La práctica ilegal la realizaban, según se informó, durante la semana, mientras todos los empleados concurrían a realizar sus labores los fines de semana.

Los seis, despedidos ya con causa, se desempeñaban en los talleres de mantenimiento de las aeronaves.