Alarma y nerviosismo hubo en el hotel en el que se concentra River Plate para el encuentro de mañana ante Cerro Porteño, cuando un grupo de policías paraguayos presentaron una orden de detención contra Nicolás de la Cruz, dictada por la justicia de aquel país.

La razón del escrito es la supuesta agresión del futbolista uruguayo en un partido final contra San Pablo de Brasil, por la Copa Libertadores Sub 20 disputada en 2016, en Asunción, contra dos efectivos policiales.

De la Cruz, representando al club Liverpool de su país, habría agredido al suboficial primero Fabián Olmedo y al oficial primero Fernando de Vooght junto a sus compañeros de equipo Emmanuel González, Santiago Laport, Nicolás Cáceres y Lautaro De Amores.

Por ese motivo el fiscal Juan Carlos Ruíz Díaz pidió la comparecencia del jugador "millonario". Cuando sucedieron los hechos, tanto De La Cruz como sus compañeros fueron declarados en rebeldía al no presentarse a declarar cuando se requirió su presencia.

El mismo funcionario judicial expresó que si el jugador se somete a la justicia, y al tratarse de un hecho excarcelable, podría jugar mañana en su equipo ante Cerro Porteño, a partir de las 19.15 por la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.