La Selección le ganó 1-0 ante Marruecos en el último amistoso previo a la Copa América. 

La primera parte del encuentro, fue trabado por faltas permanentes.

El conjunto africano con un poco más de solidez en el fondo tuvo las chances claras.

Nuevamente la defensa albiceleste deja espacios que generan las llegadas. Khalid Boutaïb fue una de las piezas fuertes con un remate que retuvo Esteban Andrada .

En tanto Paulo Dybala fue lo más claro en el ataque del combinado nacional.

"La Joya" a través de remates de media distancia y generando una ocasión inmejorable para la conversión de Guido Rodríguez, (que no pudo con el arquero marroquí), fue lo más importante de la primera etapa.

En el complemento la historia no cambió.

Argentina no tuvo fluidéz, no mostró juego y tampoco elaboró.

No se pudo ver ninguna sociedad que generare peligro y mucho menos jugadas colectivas. 

Scaloni dispuso una seguidilla de ingresos para tratar de cambiar la pálida imagen que estaba dejando. Entre ellos fue el de Matías Suárez por Lautaro Martínez. 

El ex Belgrano no tuvo el mismo rendimiento que mostró ante Venezuela. 

Ingresaron también Angel Correa por Rodrigo De Paul y Matias Zaracho por Leandro Paredes. 

En el arco debutó Juan Musso, en reemplazo de Esteban Andrada. Luego Lo Celso por Dybala, e Iván Marcone por Roberto Pereyra. 

La falta de ideas y de un juego colectivo siguió y hasta el momento, el empate sin goles era un "triunfo".

Hasta que Ángel Correa logró abrir el marcador a los 84 minutos, a través de un remate cruzado producto de una individualidad. 

Argentina sigue lejos un nivel y estilo de juego, que parece cada vez más desdibujado.