Brenda Uliarte, la novia del hombre que le gatilló a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pretendía volver a atacarla. Así se revela en uno de los mensajes que intercambió con el jefe de la “banda de Los Copitos” tras el fallido atentado del pasado 1° de septiembre. 

Tanto ella como Sabag Montiel están procesados como coautores de intento de homicidio.

—La próxima voy y gatillo yo, Nando falló. Yo sí sé disparar bien, no me tiembla la mano, dijo Brenda. 

—¿Querés hacerlo?, quiso saber Nicolás Gabriel Carrizo. 

—Te juro que sí. Y no me va a fallar el tiro. Pero hay que pensarlo bien. Pasa que Nando no tiene mucha práctica. Le tembló el pulso, respondió. 

El diálogo entre Brenda y Carrizo se produjo apenas un rato después del atentado contra la vicepresidenta, en donde había fracasado en su objetivo Fernando “Nando” Sabag Montiel, quien terminaría preso en la noche del 1° de septiembre, cuando también falló en su intento de fugar.

Brenda le pide después al integrante de los Copitos: “Hagámosnos los pelotudos” porque “vamos a caer todos en la volteada”. Ahora, tanto Brenda como Carrizo están presos. 

Ella estaba convencida de que la Justicia no la iba a atrapar. La indagatoria fue solicitada por la defensa y la estrategia es desmentir que la imputada haya estado en las inmediaciones a la casa de la vicepresidenta el día del atentado. 

Según la defensa, las imágenes que circularon de Agustina en el lugar no se corresponden con ella, con lo cual niegan que haya estado allí. Además, señalan que Díaz, oriunda del partido bonaerense de San Miguel, no iba a Capital Federal desde mayo del año pasado, con lo cual es imposible su presencia allí. 

La jueza Capuchetti aún no definió si procesa o no a Agustina Díaz, así como a Nicolás Carrizo, este último denominado el “jefe” de la banda de Los Copitos por ser un grupo de personas que vendían algodón de azúcar. Sí, en cambio, procesó a Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte, a quienes la Justicia acusa por tentativa de homicidio agravado por alevosía, por el uso de armas y haber sido planificado con premeditación.