Increíblemente casi al mismo tiempo de que comenzaban los disturbios en la provincia de Jujuy, en un principio como protestas brutalmente reprimidas por extracción de litio en esa provincia, y luego por la reforma constitucional que criminaliza la protesta social -entre otras cosas- el canal Pakapaka comenzó a emitir un ciclo denominado Queremos Decir. En el mismo, niños de entre 8 y 12 años, expresan su sentir, su modo de vida, sus preocupaciones y temores a través del rap. 

Sin dudas, las rimas que se cantan al final del episodio 2, resumen en pocas frases la problemática que se está viviendo en esa región, producto de la autorización del gobierno de Gerardo Morales de extraer litio en la zona: “Somos niños y estamos seguros, no negociamos ni el agua ni el futuro. La megaminería solo deja porquerías; arrasa con la tierra, con los ríos con la vida” rapean, sintetizando de manera magistral los reclamos que vienen realizando desde hace años para que no se exploten sus cerros que también contienen uranio.

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El ciclo tiene seis capítulos de 24 minutos cada uno, y comenzó a emitirse hace un mes en la señal infantil del Estado. La serie invita a chicas y chicos de comunidades originarias a investigar, crear y contar sus historias a través del rap, su técnica y sus herramientas. 

Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa
Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa

Se trata de un encuentro en el cual se comparten expresiones, sentimientos, preocupaciones y temas de interés volcados en rimas; de utilizar el rap y el freestyle como herramientas de resistencia y defensa de los derechos de las comunidades.

Guiados por la rapera marplatense Juana Passeri (conocida como AKA Shitstem), los niños y niñas van descubriendo sus intereses y cuentan sus tradiciones, cómo las viven, el amor y respeto a la Pachamama (Madre Tierra) y cómo la honran con ofrendas. 

Ver: Masiva marcha en Jujuy a una semana de la represión

Otros de los temas presentes en cada historia son la migración (muchos de ellos llegaron al norte argentino provenientes de Bolivia), la discriminación que padecen, su cultura, y el respeto y honra de sus antepasados.  

Juana Passeri con los chicos. Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa
Juana Passeri con los chicos. Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa

“Las familias en un tiempo no tenían un territorio ni casa propia, luego migraron y los tuvieron. Es por eso que reclaman su derecho a que se respete sus costumbres, su cultura, su lengua quechua -que es su lengua materna-”, expresa uno de los chicos.

Para los pueblos indígenas no hay fronteras, es un término que han creado los Estados. “Antes no existía un país, todos eramos hermanos, conformábamos un mismo pueblo. No nos puede dividir un río” aporta otro de los protagonistas. 

Cuando nos vamos sumergiendo en las historias, todos plantean temas similares: el orgullo por sus raíces, el respeto por la diversidad y la no discriminación. “Para nosotros somos todos iguales. Originarios, indígenas. No es bueno discriminar. Todos somos hermanos en la comunidad", plantean.

Ver: Docentes y comunidades originarias protestaron contra la represión en Jujuy

Cabe remarcar que los primeros episodios están centrados en las comunidades que habitan el norte de nuestro país, puntualmente en los pueblos jujeños de la Quebrada de Humahuaca, como La Quiaca, Tilcara, Juella, entre otros. 

Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa
Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa

“Somos como familia, aunque algunas personas discriminan por ser de otro país, eso pasa. Pero somos hermanos, tenemos la misma cultura, los de La Quiaca y los de Villazón (Bolivia)”, remarcan los chicos.

En base a las palabras claves, como migración, comunicad, igualdad, diversidad, unidad, frontera, van armando los distintos versos y rimas, para luego convertirlos en rap. 

“Tenemos derecho a vivir y migrar, a ser respetados, no importa el lugar”, rapean.

Mirá el capítulo uno:

Queremos decir - Episodio 1

En el episodio 2 se muestra claramente lo que para estos pueblos originarios significa la madre tierra, el amor a esa Pachamama que les brinda todo: “Es como una madre. Ella nos mantiene, nos cría. Si explotamos los cerros se contamina todo, no habrá agua, los animales se morirán. Para nosotros la tierra es sagrada”, explican los chicos y chicas.  

También remarcan la importancia del agua, ya que es fuente de vida. No tienen agua potable, directamente utilizan las de las vertientes naturales. “Si le ponemos químicos nos quema todo”, indican.

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En este capítulo se habla de la intención que tiene el gobierno jujeño de explotar el Cerro Amarillo, porque contiene uranio. Si eso pasara, “contaminarían todo: agua, aire y las plantas. La comunidad se quedaría sin nada”, indica un niño con genuina preocupación.

Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa
Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa

También participan adultos que subrayan la importancia de defender a la comunidad quechua, el medio ambiente y los recursos naturales. Les enseñan a los más chicos a defender los derechos de la comunidad. “Resistir para defenderla de la megaminería, del extractivismo”, sostiene uno de los protagonistas.

Además, explican la importancia del agua, y muestran cómo es utilizada a través de acequias para las plantas, los animales, etc.

“Siempre nos han imaginado como de museo, como pueblos muertos, pero nosotros estamos acá, como Pachamama, como canción, como carnaval”, agrega.

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“Aquí las palabras claves son vida, agua, libertad y defender todo lo que tenemos acá. Pachamama y que nos dejen libres”, señala el hombre. Palabras que luego, guiados por Juana Passeri, los niños y niñas convertirán en versos de rap y free style

Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa
Captura de video Pakaka. Post edición Valeria Gamboa

“Conocemos nuestro suelo, acá sembramos siguiendo la luna, en familia cosechamos”, rapean, remarcando que a través de la música quieren contarle a las personas “del sur” lo importante que es para ellos el Cerro Amarillo. Para que no lo exploten, ni le saquen el uranio. "Queremos que reaccionen, que entiendan que es algo importante para nosotros”, subraya uno de los chicos.

Finalmente, y en una excelsa fusión de rap con coplas, entonan: “Somos niños y estamos seguros, no negociamos ni el agua ni el futuro; la megaminería solo deja porquerías. Arrasa con la tierra, con los ríos con la vida”.

Mirá el capítulo dos:

"Queremos decir" - Episodio 2: Juella