El salto del dólar en torno al 100 por ciento impacta en todos los rubros de la economía. En el automotor, los precios sufrieron un fuerte reacomodamiento. Desde el sector difunden las primeras listas: subas del 20 hasta 60 por ciento, dependiendo los modelos.

Las automotrices no definieron aún la estrategia comercial. Cómo trasladar la devaluación del peso sobre los 0km es el gran desafío del modelo de negocios, más todavía si se busca evitar ser alcanzados por impuestos internos.

Actualmente todos los 0km de más de $14.700.000 deben pagar el gravamen denominado “al lujo”. El impuesto eleva entre 25 y 50 por ciento los valores de los autos, según el alcance de la primera o segunda escala.

Los 0km más accesibles del mercado comienzan por encima de los 9.000.000 de pesos (precio al público). Sin embargo, al ser una negociación privada entre concesionarias y compradores, muchas transacciones eluden el pago del impuesto. 

En lo estrictamente nominal, en caso de trasladar la devaluación de forma directa, todos los vehículos pasarían a ser afectados por el “impuesto al lujo”, situación que encarecería todos los modelos disponibles.

Según el medio Ámbito Financiero, desde el Gobierno nacional están estudiando la modificación del gravamen. Buscan evitar que se sumen más modelos a la tributación de este impuesto.

Martín Zuppi, el titular de la asociación que agrupa a las terminales (ADEFA), confirmó en declaraciones radiales que podría eliminarse o suspender la primera escala tributaria y dejar la segunda tasa con un valor más alto.