Mediante el Boletín Oficial, el Gobierno Nacional decretó el 23 y 30 de diciembre como días no laborables para la administración pública nacional con motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. 

La decisión abarca a todas las dependencias nacionales a excepción de las entidades bancarias ni financieras. 

En ese marco, se instruyó "a los distintos organismos para que implementen las medidas necesarias a efectos de mantener la continuidad de los servicios esenciales".

"Para facilitar las clásicas reuniones familiares que se realizan en dichas fechas, se estima procedente posibilitar el acercamiento de quienes, por diversas causas, se domicilian lejos de sus seres queridos", argumenta el decreto presidencial.