El Gobierno suspendió el envío de fondos y alimentos a los comedores comunitarios en todo el país, y la situación alimentaria de miles de personas en situación muy vulnerable se agravó, en medio de la crisis social que atraviesa el país.

La licuación de salarios por la alta inflación sumado a la liberación de precios y a la eliminación de subsidios, ha incrementado notoriamente el número de personas que asisten a comedores comunitarios y por eso diferentes organizaciones sociales denuncian una situación social crítica, según informa este lunes el sitio pagina12.com.ar

Si bien el Gobierno giró este fin de semana un monto para la Tarjeta Alimentar, se trata de un programa asistencial acotado que sólo cubre una pequeña porción de niños y niñas de hasta 14 años, por lo que resulta insuficiente para aliviar la emergencia alimentaria.

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Desde diferentes organizaciones aseguraron que la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, dependiente del Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Petovello, no se ejecutaron las partidas de los programas alimentarios destinados a comedores populares que por ley se habían renovado y que estaban contenidas en el presupuesto 2023. 

Según indican desde el sitio pagina12.com.ar, la cartera manejada por Pablo de la Torre decidió suspender los programas con financiamiento del Banco Interamericano de desarrollo (BID) para la compra de alimentos secos y frescos como el denominado “Plan Nacional Argentina contra el Hambre” y otros programas asistenciales para asistencia a comedores comunitarios y escolares, que totalizan unos $180.000 millones presupuestados.

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En enero de 2023, la ejecución presupuestaria destinada a comedores comunitarios fue del 24% del total de los recursos. Hoy es del 0 por ciento, según muestran los datos oficiales abiertos del Presupuesto Nacional. 

De este modo, el Gobierno sólo ejecutó los giros por la Tarjeta Alimentar, que es una política de asistencia acotada y que representa el 32% del presupuesto de la Secretaría. 

Qué dice el Gobierno

La explicación del Gobierno para suspender la asistencia a los comedores es que quieren mejorar el sistema, para que los establecimientos compren directamente la mercadería con una tarjeta en lugar de recibir provisiones enviadas por el Estado Nacional. A esto apunta la política de extender la Tarjeta Alimentar a los comedores, pero hasta ahora sólo alcanzó a un número muy reducido.

Compras y aumentos

Los movimientos sociales también critican las compras que realiza el Estado pues “entrega mal y tarde”, ya que ningún proveedor quiere venderle porque pagan con una demora de casi seis meses. 

Rafael Klejzer, referente del movimiento La Dignidad, señaló que los movimientos sociales muchas veces consiguen agilizar las compras y obtener mejores precios porque compran al por mayor pero además conocen a los comercio de cercanía. “Los comedores no funcionan íntegramente con asistencia del Estado, como habitualmente se cree, sino que muchas veces reciben raciones de colectas o yendo al Mercado Central a reciclar la mercadería que después se consume", aclara.

“Donde antes se daban 80 tuppers hoy se reparten 150, y cada tupper contiene más de una ración, pero la mercadería no alcanza. Entonces los comedores que abrían de lunes a viernes, ahora solo abren tres días y los que abrían tres días pasaron a abrir solo uno”, indicó Natalia Zarza, referente socio-comunitaria de la UTEP y trabajadora en comedores, en diálogo con Página 12.