El oficialismo en la Cámara de Diputados formalizó este viernes la presentación del pedido de juicio político a la Corte Suprema. En la iniciativa, además, los legisladores del Frente de Todos solicitan que se cite a la Comisión correspondiente a los cuatro jueces denunciados: Horacio Rosatti –su presidente-, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.

Cabe aclarar que, de ser citados, los jueces de la Corte no están obligados a asistir al Congreso.

A la vez, los diputados oficialistas piden también la convocatoria de alrededor de 50 testigos, entre los que se cuentan Silvio Robles, vocero y mano derecha de Rosatti, y Marcelo D’Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. 

De esta manera, el Frente de Todos intentará demostrar, a partir de los chats filtrados, que existe una connivencia política entre la Corte Suprema y el gobierno porteño.

Según el texto del pedido de juicio político, al que tuvo acceso La Nación, también se busca citar a prestar declaración a Héctor Marchi, administrador general de la Corte Suprema, y a los integrantes de la vocalía del presidente de la Corte. 

Además, el documento pide que se convoque a los gobernadores que suscribieron junto al presidente Alberto Fernández, el pedido de enjuiciamiento a la Corte Suprema, como así también al procurador del Tesoro, Carlos Zannini, y al ministro del Interior, Eduardo De Pedro, entre otros.

Cabe recordar que el pedido de juicio político que solicitó el primer mandatario, apunta contra los cuatro jueces de la Corte por dos fallos: el que dispuso reasignar fondos de la coparticipación a la ciudad de Buenos Aires y la decisión de declarar inconstitucional la ley del Consejo de la Magistratura sancionada en 2006 para luego reflotar la ley orgánica anterior, que había sido derogada por el Congreso. 

Según denunció el Presidente, la Corte Suprema atentó contra la división de poderes al interferir en las atribuciones de los poderes Ejecutivo y Legislativo, causales a su juicio de mal desempeño en sus funciones.

Fuente: La Nación