El presidente saliente, Alberto Fernández, comentó que concluirá su mandato el próximo 10 de diciembre y habló de la posibilidad de mudarse a España, donde tiene propuestas para dar clases. En una entrevista con el diario El País de España, Fernández expresó la necesidad de tomar distancia y permitir que el nuevo mandatario, Javier Milei, trabaje sin la interferencia constante que él experimentó durante su gestión.

"Me parece que está bien que tome distancia. Felipe González decía que los expresidentes somos floreros chinos, porque somos valiosos pero no saben adónde meternos. Hay que dejar que el que llega pueda trabajar sin tener eso que uno tuvo desde el primer día, que fue el acoso permanente de no dejarnos hacer", señaló Fernández.

El referente del, en su momento, Frente de Todos, ahora convertido en Unión por la Patria (UP), también expresó su intención de participar en el debate interno y la reconfiguración del peronismo después del 10 de diciembre. 

“Nosotros tenemos que bajar los decibeles de la confrontación interna, tenemos que recuperar la convivencia democrática, es decir, respetar que otro piense de otro modo.", expresó.

Aunque sus planes inmediatos incluyen dar clases en España, se especula que Fernández podría buscar refugio en organismos internacionales, como el Grupo de Puebla, dada su afinidad con este foro conformado por líderes políticos e intelectuales.

En cuanto a su reunión con el presidente electo Milei, Fernández reveló que advirtió sobre los riesgos geopolíticos de algunas de las posturas del nuevo mandatario. Destacó su preocupación por las declaraciones que califican a figuras como Luiz Inácio Lula da Silva de comunistas, subrayando la importancia de mantener relaciones diplomáticas con líderes de todo el mundo.

Además, Fernández mostró una postura crítica ante las propuestas de Milei: "Él básicamente entiende que todo el problema se concentra en el déficit fiscal, que hay que bajarlo drásticamente, que para eso hay que dejar de hacer obra pública, de invertir en educación y en salud y, si no alcanza el dinero, hay que vender las empresas del Estado." 

Además,  Fernandez decidido no viajar al Vaticano la próxima semana para su reunión prevista con el papa Francisco, según informaron fuentes oficiales. La decisión se basa en la necesidad de centrarse en  la transición gubernamental.

Fuentes oficiales indicaron: "El Presidente no viajará al Vaticano porque debe seguir adelante con las tareas que demanda la transición. La visita al Sumo Pontífice se reprogramará para cuando ya esté instalado en España luego de dejar el gobierno el 10 de diciembre".

La reunión con el Papa, originalmente programada para la última semana de noviembre, se pospuso para después del 10 de diciembre.