Pese a su juventud, desarrolló una gran cantidad de proyectos de vida que, evidentemente, también dejaron su marca. Martín Shatal hizo pie en África el año pasado, aunque casi de casualidad, y todo cambió.

"Terminé el secundario y tenía la idea de viajar. Me había inscripto para hacer un voluntariado en Italia pero en el camino me encontré con Auldridge (Chibbwalu, presidente del club zambiano New Hope Waves), habló del proyecto, que era manejado como una ONG, y decidí ir para allá, ya sin voluntariado", arranca diciendo.

Entrevistado por el programa Caravana Mundial (domingos a las 8:00, por FM 102.3 Córdoba), adujo que gracias a que se había anotado para ser profesor de fútbol en una escuelita de Livingstone fue convocado para el cuerpo técnico del equipo, que jugaba en la Tercera División.

Desde ahí en adelante, "todo muy fuerte". Su historia trascendió fronteras y su contenido en redes sociales (donde fue conocido como 'argentino en Zambia') generó una gran empatía.

Pasaron desde la transmisión de entrenamientos y partidos en vivo hasta pedidos a usuarios para que le envíen arengas a sus dirigidos desde "la tierra de los campeones del mundo".

Hoy, después de conseguir el ascenso, sentencia: "No sabía qué esperarme. Creí que el argentino era el ser más cálido del mundo, pero acá me pasó lo mismo. Había mucha gente que quería contar su historia. Y pese a que teníamos la peor cancha de todo el ascenso y algunas deudas, éramos el equipo más joven y con muy buenos jugadores".

El proyecto del New Hope Waves es lo que convenció a Shatall. Es administrado por una ONG homónima que creó un empresario británico en 2016 destinado para el barrio Amaramba, donde "básicamente los chicos no pueden pagar educación" y "el único requisito para jugar en el equipo era entrar a la escuela para que se alfabeticen y se eduquen". En la actualidad hay casi 40 estudiantes que forman parte de sus filas.

Fanático del fútbol desde pequeño, se encontró en tierras africanas con "micros disfuncionales, muy chiquititos, y gente que se muere adentro de la cancha", aludiendo al empeño por encontrar oportunidades en el deporte.

Resaltó que el fútbol "es lo más popular" en Zambia, lamentó el poco apoyo a la Liga local por sobre los gustos de clubes de la Premier League y que se vio sorprendido por el nivel, ya que  "esperaba ver más patadas y pocos pases, me encontré todo lo contrario". Entre risas, recordó la condición de "bielsista" de su entrenador, quien "les pedía salir jugando de abajo en canchas que estaban llenas de pozos".

Adujo, a su vez, que al equipo femenino "lo siguen más que a los varones", aunque presagió que el equipo masculino "va a clasificar y va a ser la sorpresa del Mundial 2026".

Martín Shatal, el argentino en Zambia, en la Caravana

Estadio “Diego Maradona”

Ante la viralización de sus actividades, "mucha gente me preguntaba cómo colaborar". Y encontró en la construcción de un estadio el motivo para realizar una colecta. Rápidamente "juntamos seis millones de pesos" y en la actualidad restan detalles para empezar a hacerlo.

Por supuesto, llevará el nombre de "Diego Maradona". En su recorrida, abundan las fotografías de niños y jóvenes con casacas argentinas.

En el medio, llegó a transmitir en vivo una reunión en la que negociaba precios y detalles con representantes de una empresa constructora: "Había 600 personas mirando. Todavía no se empezó por el tema de la empresa constructora. Queremos asegurarnos hacer una cancha de buena calidad y que no nos engañen".

En la actualidad, brega para que el año que viene puedan llegar jugadores oriundos de Ghana a las divisiones formativas de clubes de nuestro país: a través de un contacto con la African Football Academy se podrían llegar a acuerdos.

"A mí me gustaba el aspecto social del proyecto, hablé con dirigentes de Primera y el ascenso. Tengo que volver a Argentina y si Dios quiere en 2024, vamos a tener ghaneses en nuestro fútbol juvenil, para que puedan desarrollarse acá".