Ante el fracaso de la organización y la seguridad en los masivos festejos de los más de 4 millones de argentinos que se congregaron en Buenos Aires para recibir a la Selección Campeona del Mundo, el presidente Alberto Fernández se refirió a la ausencia del equipo de Lionel Messi en Casa Rosada, tirándole la pelota -valga la expresión futbolera-  a los judadores: ellos “eligieron otra cosa”, indicó el mandatario.

“Hay muchas especulaciones. Yo soy un futbolero consumado y la verdad es que veo las cosas de otra manera. Yo sabía que los jugadores tenían un nivel de agotamiento muy grande y querían una celebración relativamente breve. Yo le hice saber a la AFA que si ellos querían tenían la Casa Rosada a disposición de los jugadores, pero ellos eligieron otra cosa”, dijo el jefe de Estado en declaraciones a la prensa este miércoles por la mañana.

“Es verdad, debo ser el único Presidente que durante su mandato no recibió a los campeones del mundo”, admitió, ante semejante situación.

Aníbal Fernández le dijo “cachivache de pacotilla” a “Chiqui” Tapia
Aníbal Fernández le dijo “cachivache de pacotilla” a “Chiqui” Tapia

Ver: Alberto Fernández: "Fue una fiesta popular como nunca hemos visto en la Argentina"

A diferencia de su ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, el Presidente no cargó más las tintas contra Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA, aunque aclaró que el operativo de seguridad estuvo siempre condicionado por el dirigente deportivo. 

No obstante, trascendió que el mandatario esperó hasta último momento una señal de Tapia, y del equipo campeón para recibirlos en la Casa Rosada. Pero la luz verde nunca llegó y la presencia de los jugadores en el histórico balcón, lamentablemente, no se concretó.

Algo que incidió también fue el pésimo operativo de seguridad para contener a los hinchas que se desbordaron ante la mala organización, hasta que la Selección dio un paseo en helicóptero por Buenos Aires para saludar desde el aire a más de cuatro millones personas presentes en los festejos y calmar los ánimos. 

Cabe recordar que el recorrido del colectivo que llevaba a los campeones del mundo cambió muchísimas veces, y finalmente no llegaron al Obelisco, como estaba previsto. Hubo que improvisar una vuelta en helicópteros de los dirigidos por Lionel Scaloni, que desilusionó a varios miles de los que estaban esperando desde la noche anterior en el monumento porteño.

El presidente minimizó la ausencia de los jugadores en la Rosada, al sostener en declaraciones radiales que no se sentía ofendido "yo sabía que los jugadores tenían un nivel de agotamiento muy muy grande y querían que la celebración fuera relativamente breve".

Foto: El Cronista
Foto: El Cronista

El desplante en Ezeiza y las desavenencias de larga data

Ante la llegada de la Selección Argentina esta madrugada a Ezeiza, un grupo de funcionarios nacionales, entre ellos el ministro de Interior, “Wado” De Pedro, viajó hasta el aeropuerto para acercarse al equipo de Scaloni.

Sin embargo, cuando el De Pedro quiso darle la mano a Lionel Messi, de manera muy poco educada Tapia lo frenó.

Es que las desavenencias políticas entre el cacique de la AFA y el gobierno nacional vienen de larga data, algo que sin dudas debió haberse dejado absolutamente de lado ante lo histórico de la obtención de la Tercer Copa del Mundo para el país.

El tuit de Tapia en el que afirmó que la caravana con el colectivo que llevaba al plantel campeón mundial abortó su ruta “por disposición de las fuerzas de seguridad” fue la cristalización plena de esas disputas, algo lamentable.

Tweet de Chiqui Tapia

El texto de Tapia escrito a las 16:40 llegó cuando el micro que trasladaba a la Selección le resultaba imposible avanzar, dos fanáticos se arrojaron de un puente al vehículo del equipo y se temió lo peor. "Pudo ser una tragedia y allí se optó por abortar el peregrinaje terrestre para ir en helicóptero", dijo a El Cronista un importante funcionario de la seguridad presidencial.

El mensaje del presidente de la AFA fue el corolario de un malhumor generalizado en la Selección con el operativo de seguridad y una decisión que ya estaba tomada desde el día anterior: ninguno de los jugadores iría a la Casa Rosada a saludar al Presidente.

Desde el gobierno aseguraron que Alberto Fernández le garantizó a todo el equipo que no haría un uso político del encuentro: les dejaba el balcón para todos los jugadores y prometió no salir en la foto. Para subrayar esa promesa el Presidente les mandó a decir a los jugadores por medio de Tapia y Aníbal Fernández que haría como Raúl Alfonsín en 1986: ni se asomaría a los festejos en la Casa Rosada.

El presidente esperó hasta último momento que Tapia le confirmara si los jugadores irían a Casa Rosada. Foto: Archivo presidencia
El presidente esperó hasta último momento que Tapia le confirmara si los jugadores irían a Casa Rosada. Foto: Archivo presidencia

Pero ni eso hizo reflexionar al yerno de Hugo Moyano. No conforme con lo publicado, el titular de la AFA desafió nuevamente al gobierno nacional al publicar en su cuenta de Twitter: "Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de seguridad Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino", generando más tensión aún. 

Claramente festejo histórico con el 10% de los argentinos en la calle queriendo ver a los ídolos de la Selección de Scaloni, le quedó muy grande al “Chiqui”.