Después de largas negociaciones, el expresidente Mauricio Macri acordó su regreso a la presidencia del partido que él mismo fundó en 2005. 

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich resistía como forma de negociación para obtener lugares de poder dentro de la estructura del partido. Finalmente este martes, al filo del cierre de plazos para determinar nuevas autoridades, Bullrich y Macri llegaron a un acuerdo.

De esta forma, el ex presidente y aliado estratégico del Gobierno de Javier Milei, vuelve a la titularidad del partido. 

Según se resolvió, Soledad Martínez, intendenta de Vicente López, será vicepresidenta primera y Damián Arabia, hombre cercano a Bullrich, será vicepresidente segundo. 

Se estima que en los próximos días la ministra de Seguridad sea nombrada Presidenta de la Asamblea del PRO.

En estas elecciones internas, el PRO renovaba presidente, dos vicepresidencias, titular de la Asamblea, la secretaría general (elegido por el Consejo), 25 consejeros y vocales.

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Horacio Rodríguez Larreta, otros de los referentes del espacio de derecha con cabecera en la ciudad de Buenos Aires, en cambio, decidió correrse del centro de disputa. 

En el caso de María Eugenia Vidal, otra de las figuras de peso en el PRO, se mueve en acuerdo con Macri.

Bullrich, quien estuvo durante la jornada del lunes en la provincia de Córdoba, siguió con atención el desarrollo del nuevo armado del PRO. Sus informantes fueron Juan Pablo Arenaza, Pablo Walter y Damián Arabia, dirigentes de su confianza.

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Quienes estuvieron en las negociaciones internas de manera activa fueron Cristian Ritondo y Diego Santilli.

Se supone que la estrategia de Macri es buscar cierto equilibrio en el reparto de carteras y, al mismo tiempo, no quedar demasiado involucrado en las decisiones que toma el Gobierno. Una alianza entre el PRO y LLA permitiría al macrismo conservar una equidistancia de la gestión y conservar identidad propia, pensando en las elecciones de medio término de 2025.