Después de dos años sensibles en materia educativa, ya nadie duda que la presencialidad es la clave para el dictado de clases en el año en curso.

En ese camino, el presidente Alberto Fernández encabezó este mediodía el cierre de la reunión conjunta prevista por los Consejos Federales de Salud y de Educación, en las que participaron ministros nacionales y todos los provinciales, además de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El contexto fue el anuncio de las principales pautas del mentado nuevo protocolo, llamado "Aula Segura", de camino al inicio del Curso Lectivo 2022 con la pandemia aún latente.

Protocolos en las escuelas de Córdoba

El país viene de un año de virtualidad plena y otro con modalidad mixta debido a la pandemia, con fuertes secuelas hacia el interior de los colegios.

Tras estas experiencias, y recogiendo recomendaciones a nivel ecuménico, el gobierno central apunta a las clases presenciales en todos los niveles bajo seis pilares: "asistencia cuidada, vacunación, uso de barbijo, ventilación, higiene y limpieza, y distancia".

El barbijo, en ese camino, será obligatorio a partir del Nivel Primario.

Habrá cambios respecto a qué hacer en un aula o un colegio ante un caso positivo de Covid-19. Será necesaria una profunda investigación epidemiológica si se presenta en un curso determinado, y es clave el estudio respecto a la vacunación y los riesgos por comorbilidades en los alumnos.

Pero se dejará de aislar a todos los estudiantes si hay algún contagio aunque será necesario investigar el "riesgo de transmisión". A su vez, las clases no serán suspendidas en estos casos, sino que se deberán evaluar los "contactos estrechos", la vacunación en el curso y si existen alumnos con comorbilidades.

"Se sospechará de un brote de COVID-19 en el aula en presencia de al menos 3 casos confirmados entre alumnos/as de un mismo aula -o alumnos y docente, para el caso de docentes permanentes- asociados epidemiológicamente, en un periodo igual o inferior a 7 días", refiere el flamante documento.

Para esto resulta clave la certeza de las autoridades de que se podrá avanzar con la campaña de vacunación tanto en docentes como en adolescentes, pero fundamentalmente en niños y niñas de entre 3 y 11 años de edad, los últimos en comenzar la inmunización contra el coronavirus.

Las mismas, consensuadas en todo el país, buscan "ser sencillas, posibles y tendientes a garantizar la presencialidad plena en condiciones de pandemia para que tanto docentes como estudiantes puedan recuperar espacios de aprendizaje, expresión y disfrute".

La implementación de un nuevo protocolo es posible por el impacto del avance de .