El Bicho de La Paternal conseguiría el 26 de octubre de 1986 la victoria más importante de toda su vida deportiva. Con un aliciente: el plantel de Primera División de Talleres se encontraba realizando una medida de fuerza por sueldos adeudados.

Debido a esta situación y ante la posibilidad de que la AFA sancionara a la institución cordobesa si no se presentaba a jugar, fue que decidieron concurrir a la Capital Federal con valores de Cuarta y Quinta División, que tenían entre 16 y 18 años de edad.

El resultado fue inapelable, un 12 a 0 que marcó el profesionalismo con el que el elenco porteño tomó el encuentro más allá de los impedimentos que se presentaron en el armado del equipo cordobés. Argentinos se llevó el partido con autoridad y se metió en la historia grande del fútbol de nuestro país.

Para el Albiazul en ése momento fue un drama más en medio de un clima tan tenso y complicado, que seguramente en su momento no hayan podido visualizar con claridad. En estos días y a la distancia, ha quedado como una de las peores derrotas sufridas de la vida de uno de los clubes más grandes del interior del país.