Boca Juniors se consagró campeón de la Supercopa Argentina luego de derrotar por penales a Rosario Central.

En los 90 minutos reglamentarios se vivieron dos contextos muy claros, un primer tiempo para el olvido, y un complemento para el infarto.

El primer parcial tuvo nulas posibilidades para abrir el marcador, ambos jugaron muy mal pensando más en defender el cero en el arco propio que en buscar la portería contraria.

En el segundo tiempo todo cambió.

Boca atacó por todos los frentes y dominó. Por ello, en el final del partido se vivieron situaciones de gol que obligaron a ajustar la vista.

La tuvo Pavón pero su disparó pegó en el travesaño y generó la polémica del día. En el rebote ¿ingresó toda o picó sobre la línea del arco?

Más tarde, el uruguayo Nández cabeceó un centro y su disparó, con rebote en un rival en el camino, se estrelló en el palo.

De allí en más llegó el final, y los penales.

Convirtieron los diez primeros ejecutantes y llegaron a los mano a mano. En el primer intento, Andrada le adivinó la intención a Rinaudo y dejó abierta la puerta para el triunfo boquense.

Izquierdoz fue el encargado de finiquitar todo. Venció a Ledesma y le dio a Boca un nuevo título y una pequeña revancha por el título perdido en diciembre contra River en Madrid.