Boca le ganó a River 1 a 0 en el partido de vuelta por las semifinales de la Copa Libertadores pero no le alcanzó para dar vuelta la serie. Así, el Millonario logró clasificar nuevamente a la final del torneo continental más importante.

Ambos comenzaron nerviosos y con poco fútbol, algo que marcó el desarrollo de todo el primer tiempo.

Boca presionó la salida de River, marcó bien a los volantes y así se paró en la cancha, aunque la única forma de llegar al arco de Armani fue a través de la pelota parada.

A los 21, Mac Allister metió un centro y cabeceó Mas (toda la noche ganaron los locales desde arriba) pero la pelota le pegó en la mano al defensor y la posterior definición quedó anulada.

De allí en más emparejó la visita, con De la Cruz mostrando su fútbol y llevando la pelota hacia la izquierda, donde junto a Matías Suárez lograron cierto peligro aunque sin disparos que compliquen a Andrada.

Nuevamente fue Boca quien tomó la batuta del partido sobre el final del parcial, siempre desde la pelota parada, aunque sin poder inflar la red.

Poco y nada de fútbol, Nacho González que no tocó la número 5 y un Xeneize sin muchas ideas dieron fin a un primer tiempo aburrido y tenso.

En el comienzo del segundo tiempo la tuvo Wanchope Ábila tras una buena habilitación pero el delantero, que llegó entre algodones al partido, no supo definir. Así y todo, el cordobés fue el único faro de Boca en ataque.

A los 10, Mas se internó en el área, metió el centro y Mac Allister la mandó afuera desde muy cerca. El árbitro marcó una posición adelantada pero el movimiento marcó la forma que planteó Alfaro para herir a River. Pelotazo a Wanchope y todos los Xeneizes a cargar.

A los 15, Alfaro comenzó a quemar las naves. Entró Zárate por Almendra y Hurtado por Wanchope Ábila.

Ahí nomás Zárate pescó una pelota en tres cuartos de cancha y sacó un flojo disparo que contuvo Armani sin problemas. Un minuto después hubo una nueva situación con los mismos protagonistas y el mismo final.

Llegaron los 20 minutos del segundo tiempo y Boca no lograba ponerse arriba, no parecía tener muchas ideas y se mantenía en carrera por el flojísimo desempeño de su rival.

Gallardo observó la situación y mandó a Pratto a la cancha en lugar de Borré. El técnico buscaba mayor efectividad en el juego aéreo.

El chileno Díaz también tuvo sus minutos en la defensa del Millonario. A los 25 ingresó por Milton Casco.

Los espacios se abrían para el visitante y así quedó el Oso absolutamente solo por la derecha, habilitado por Buffarini, pero el delantero ejecutó mal el centro para Suárez y no pasó a mayores.

A los 27 Pratto habilitó a Palacios y el volante probó desde afuera. Andrada, que mostró dudas en el partido, contuvo arriba a la izquierda.

Estas jugadas no lograron vulnerar al arquero de Boca, pero mostraban que el local se quedaba sin piernas para volver y se abrían los espacios para los de Gallardo.

A los 31 la tuvo Zárate con un tiro libre de frente a Armani. Su disparo fue al medio y el arquero se quedó con el balón. La remontada parecía imposible.

Parecía imposible pero Boca llegó al gol a través de la pelota parada a los 35 minutos.

La metió Mac Allister, la bajó López en el segundo palo y Hurtado llegó solo para empujarla.

Ahí nomás entró Scocco por Suárez en River y Villa por Mac Allister en el local.

A los 43 se paralizaron los corazones. Llegó otro centro de parte de Zárate y Mas la cabeceó abajo, apenas afuera. Boca ganó toda la noche de arriba, River no agarraba la pelota y le daba chances a su rival.

Finalizó el tiempo reglamantario y el árbitro dio 5 minutos más. Cinco minutos en busca de la hazaña boquense.

Finalmente no hubo héroes inesperados. River perdió pero hizo valer la victoria por 2 a 0 en el Monumental.

Ahora espera conocer su rival en la final, lo cual será definido este miércoles Flamengo y Gremio.