El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, enfrentó por primera vez en sus cinco de meses de gestión una huelga nacional. Este jueves, miles de personas salieron a protestar en más de 40 ciudades del país vecino. El motivo principal fue el decreto de Bolsonaro que recorta el 30% del presupuesto en educación.

El Ministerio Público Federal denunció que el recorte en más de 60 universidades federales es "inconstitucional". Sin embargo, ni Bolsonaro ni el ministro de Educación, Abraham Weintraub, mostraron alguna intención de dar marcha atrás.

Respecto a las movilizaciones, que también se enmarcaron en un repudio por la reforma previsional que se trata en la Cámara de Diputados, el presidente de Brasil declaró: "La mayor parte de los que se manifiestan son militantes, no saben ni la fórmula del agua, son unos idiotas útiles, unos imbéciles, masa de maniobra de una minoría que domina muchas universidades federales".

Además, culpó a las administraciones anteriores por la mala situación económica en que dejaron al país. "Tomamos un país con recaudación baja y si no hago recortes choco contra la ley de responsabilidad fiscal", justificó el presidente.