La Copa América empezó para el local. No necesitó aclimatarse, ni entrar en calor. Los partidos frente a Bolivia y Venezuela habían dejado dudas. Encima no está Neymar. Necesitaba una actuación convincente, frente al rival más serio de su grupo. Perú clasificó al último Mundial y sabe a que juega. De hecho, hasta el gol de Casemiro de cabeza, el partido no tenía dueño.

Respira Brasil, y de paso le hizo un guiño sin querer a la Selección Argentina. El equipo de Gareca quedó tercero con cuatro puntos, y con diferencia de gol negativa. Habrá que esperar el desenlace del Grupo B, el domingo. Todo está abierto, pero sería posible un enfrentamiento en cuartos de final, entre los rivales de siempre.

Se lució el conjunto de Tite, con la colaboración de su rival, que no solo le regaló el segundo gol, error de su arquero Gallese, sino también la escenografía para que la velocidad y el cambio de ritmo de Everton y Jesús por las bandas, más la lucidez de Coutinho y Arthur, sentaran una superioridad evidente, que el comienzo no hacía presagiar.

El segundo tiempo estuvo de más. Ricardo Gareca, el entrenador de Perú, advirtió que sus dirigidos quedaron expuestos a un rol secundario, y sacó a su figura y capitán, Paolo Guerrero.

El cuarto gol de Dani Alves, condensó todo lo que el fútbol de Brasil ha legado a la historia de este deporte: por el pase de Roberto Firmino y por la definición del marcador de punta, en la fábrica de esos especialistas.

El quinto de Wiliam fue la frutilla del postre.

El pentacampeón está de regreso. Demostró que su poderío goza de buena salud, de paso envió una señal a Porto Alegre. Messi y compañía podrán dormir tranquilos. Saben que el domingo es el gran día. Ganándole a Qatar, Argentina estará en los cuartos de la Copa América.