Pablo Jeréz, el lateral que formó parte del plantel xeneize que levantó la Copa Intercontinental contra el Milan en 2003, vive momentos de angustia frente a su pronto retiro y la enfermedad de hidrocefalia que sufre su hija de 15 años.

“El gremio solo acepta a los futbolistas activos. Se nos va a venir una jodida. Estamos viendo la posibilidad de seguir involucrados a alguna obra social, pero es difícil porque no la toman a Zoe, tiene de base muchísimos problemas", explicó en una entrevista con el canal TyC Sports.

La desesperación llevó al jugador de 34 años, quien se encuentra en Midland, a recurrir a brujos y a vender sus camisetas de la época de oro.

“Un día estaba mirando una nota de Licha López y dijo que no quería que las camisetas se les apolillaran. Fue el envión que necesitaba, no me quedó otra que venderlas”, comentó.

En Boca Jeréz fue dirigido por Carlos Bianchi y compartió plantel con Nicolás Burdisso, Guillermo Barros Schelotto, Carlos Tevez, Sebastián Bataglia, Diego Cagna, Clemente Rodríguez, Rolando Schiavi y Raúl Casini.

A lo largo de su carrera el lateral nacido en Morón pasó por Cólón,Huracán, Olimpo,Camioneros, San Martín de Burzaco y Deportivo Merlo.

“Después de tres años de tanta lucha pudimos conseguir su pensión, más que nada era eso, si yo ahora en junio no consigo club tener su obra social del Estado para apaciguar los gastos de los remedios”, dijo Jerez.

Además remarcó que no tiene un oficio o profesión para cuando termine su carrera de futbolista “La última vez trabajé con un remis, en un auto que me prestaban. También es eso. Por eso quiero pregonar esto en los jóvenes, uno nunca sabe que te puede pasar”, concluyó.

La dura historia de Pablo Jerez: Debió vender sus camisetas para el tratamiento de su hija