El fútbol hoy en día es uno de los deportes más populares del mundo. Comenzó como un simple juego de pelota, y llegó a constituirse en algo más que un mero deporte, en estrecha relación con la política, la economía, la cultura y el arte, entre otras cosas. Y si hablamos de arte, el fútbol mantiene un vínculo muy estrecho con la literatura y el cine. 

En lo que respecta a la literatura, en un principio la temática del fútbol no era aceptada por los intelectuales. Alguna vez el escritor británico Rudyard Kipling en 1880 dijo: "Desprecio este deporte y a las almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan" (Kipling, citado en Brienza, 2006, párr. 2) y, de alguna manera, inauguró los comentarios negativos. 

En la literatura argentina, hallamos la referencia de Jorge Luis Borges quien también se despachó: "Es feo estéticamente. Once jugadores contra once, corriendo atrás de un balón no son especialmente hermosos" (Borges, citado en Abdala, 2010, p. 18). Esto condujo a una zanja cultural entre algunos intelectuales y el pueblo.

No obstante, a partir de 1970, el fútbol empezó a ser aceptado como parte de la cultura popular. De esta forma, el fútbol ingresó a la ficción argentina de la mano de Osvaldo Soriano, Roberto Fontanarrosa, Juan Santurain y Roberto Santoro. 

En la actualidad, el fenómeno ha crecido y son cada vez más abundantes las editoriales que apuestan por el fútbol; cabe mencionar que existe una editorial especializada como ediciones Al Arco. De este modo, hoy se puede hablar de literatura futbolera o literatura de la pelota.  

Sin embargo, no ocurre de igual modo en lo que respecta al cine y el fútbol. Este reconocimiento y legitimación del fútbol en las letras no tiene lugar hasta el momento en el cine. 

Según Carlos Marañón, autor del libro Fútbol y Cine (2005): "Hollywood siempre le dio la espalda al fútbol porque no es su deporte. La industria del cine no se dedica al fútbol. La intelectualidad no ve al fútbol con el nivel del cine. Para hacer una película de fútbol hay que tener pasión por el fútbol" (Marañón, citado en Palomo, 2011, párr. 3). En casi todas las ediciones celebradas de la Entrega de los Premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas o AMPAS (Academy of Motion Picture Arts and Sciences), hubo nominaciones para algunas películas relacionadas con los deportes. Los guiones de estas películas suelen ser de deportes muy populares en Estados Unidos como el béisbol, el hockey sobre hielo, el boxeo o el fútbol americano. Pero del fútbol, no hay rastro.

Sin embargo, desde hace un tiempo a esta parte se han creado festivales de promoción del cine sobre fútbol, tales como el festival de cine documental y fútbol de Bilbao, España, llamado Thinking Football Film, el festival de cine de Latinoamérica dedicado a la promoción y exhibición de películas de fútbol conocido como Cinefoot, La Lucarne de Francia, TERZO TEMPO – Film Festival del Calcio Solidale, Minuto 90 en Perú. Se trata de la reciente creación de festivales de promoción del cine sobre fútbol. Son espacios emergentes, ajenos a la alta cultura como también a los circuitos clásicos de consagración.

En Argentina, contamos con una serie de películas que tienen como temática el fútbol, entre las que se encuentran Boca Juniors 3D, la película (2015), Gritos y Plegarias (2016), El padre (2015), Hoy partido a las tres (2017), Locura que enamora mi ciudad (2014) y Belgrano: la película (2014/2015), entre otras.  Estas dos últimas fueron producidas en la ciudad de Córdoba por los dos clubes antagonistas más grandes de la ciudad:  el Club Atlético Talleres y el Club Belgrano de Córdoba.

Las películas

Locura que enamora mi ciudad (2014) es un largometraje dirigido por Maximiliano Baldi y producido por Teodoro Ciampagna. Fue realizado por iniciativa de la Comisión Centenario presidida por Marcelo Brusa, empresario relacionado al marketing, la comercialización y producción de eventos. 

Se trata de la primera película cordobesa cuya temática es el fútbol. Fue estrenada el 26 de abril de 2014, y obtuvo buena respuesta del público cordobés.

La película fue convocada por Cinefoot, Festival de Cine de Fútbol,  para su sexta edición realizada en Río de Janeiro en mayo de 2015. El Cinefoot es un festival internacional de cine que tiene como objetivo la promoción, reflexión y valoración de películas sobre fútbol. Recientemente, fue seleccionada para competir en el International Football Film Festival Berlin - Alemania.

El largometraje filmó al equipo de Talleres en los partidos finales por el ascenso, desde el 9 de marzo hasta el 6 de mayo de 2013, día en el que Talleres se consagraba campeón del torneo Argentino A, y regresaba a la B Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino. 

El título Locura que enamora mi ciudad tiene origen en Cristian Minetti, quien en 2004 realizó un blog fotográfico (Fotolog.com/TALLERES_PASION) en el cual subía imágenes de Talleres y debajo de ellas redactaba una descripción. Si la foto era de muchas bengalas, Cristian comentaba <<Talleres locura que incendia mi ciudad>>, o <<Talleres locura que encaravana mi ciudad>> si era de una caravana de autos, hasta que en un momento comenzó a firmarlas como <<Talleres locura que enamora mi ciudad>>.  La firma de Cristian empezó a hacerse conocida entre los hinchas del club. De este modo, actualmente forma parte del diseño de una bandera  y del decorado de algunas paredes de barrio Jardín, el barrio donde se encuentra el estadio del club, y también es estrofa de algunos cánticos populares de la hinchada.  Luego, la firma de Minetti fue elegida como  título de la película. 

El filme salió a la venta en soporte DVD el 2 de agosto acompañado de una revista. Maximiliano Baldi, el director, confiesa: <<Me costó muchísimo despegar al hincha del realizador>> (Baldi, 2014, paratexto). Locura que enamora mi ciudad fue un trabajo que siempre quiso hacer, el largometraje de su club; en suma, un sueño hecho realidad.  El club fue quien le propuso hacerla. A partir de ese mandato, Baldi confiesa: <<Ni lo dudé: era el momento de hacer la película que siempre había soñado>> (Lopez Seco, 2014, p. 276).  

 Belgrano, una película pirata (2015) es un largometraje dirigido por Martina Faux Marambio y Gastón Bailo, y producida por  Cine El Calefón  y Los Surcos del Viento, dos productoras independientes de Córdoba. El proyecto comenzó a gestarse a comienzos de 2012 cuando el Club Atlético Belgrano ya había logrado el ascenso de categoría. El objetivo era finalizar la película en marzo de 2014 para el aniversario del club.

El filme fue financiado por crowfunding, un sistema de recaudación colectiva utilizado para costear proyectos culturales. Con dicho método, cualquier persona que se vea interesada por alguna propuesta puede tener una colaboración directa en la financiación. De este modo, el sistema genera una participación activa y comprometida de los destinatarios de los productos culturales desde su misma gestación. Así, bajo el lema <<Esta película también la hacés vos>>, la apuesta consistió en que todos los interesados sean productores para que el largometraje se lleve a cabo. Advertimos que bajo esta consiga, los creadores pretenden hacer hacer al posible espectador  e involucrarlo en el financiamiento de la película.

El avant premiere se realizó en marzo de 2015 en el Cineclub Hugo del Carril, de la ciudad de Córdoba. Días después, el 26 de marzo, se proyectó en las salas del Cine Gran Rex. Más tarde fue llevada a otras salas y espacios públicos. Salió a la venta en soporte DVD el 16 de diciembre de ese mismo año acompañada de una pequeña revista con datos de la misma.

El filme se propone explorar el mundo de la identidad, realizando un recorrido  por algunos hitos del club atravesados por la historia de Alberdi y de sus hinchas: el origen del apodo pirata, la Reforma Universitaria, la formación del Nacional de 1968, el Cordobazo, la quiebra en 2001, entre otros, haciendo hincapié en las luchas sociales por recuperar el territorio que poco a poco se va perdiendo. De este modo, lo deportivo tiene protagonismo pero pasa a un segundo plano. La película narra la historia del club mucho más identificado con su lugar de origen y sus hinchas que con sus triunfos deportivos. Es por ello que la narración no está centrada en un suceso principal, sino en múltiples. Se cuenta más de un acontecimiento, cada uno ambientado en un espacio diferente, y narrado también por diferentes actores, historias que se cruzan por el sentido de pertenencia.