En este caso, podríamos decir sin dudar que la camiseta de la selección tiene más identidad australiana que su mismísima bandera. 

Ya a finales del siglo 19 los australianos usaban los colores amarillo y verde, supuestamente el amarillo por las playas, los desiertos del interior, el trigo y las riquezas y el verde por los bosques. En cambio, la bandera de Australia es lisa y llanamente una reminiscencia colonial, con la bandera del Reino Unido en una esquina y la Cruz del Sur en otro lado. Esto no es casual, ya que actualmente, como miembro de la Commonwealth, Australia todavía el jefe de Estado sigue siendo el Rey de Inglaterra, Carlos III. 

De hecho, hay una asociación llamada Ausflag, que promueve desde hace décadas una nueva bandera sin la Union Jack, es decir, sin la bandera británica. Hasta ahora, sin éxito.

Por eso, es más representativa del país la camiseta de los socceroos, un término que mezcla las palabras soccer y kangaroos. Algo así como los canguros del fútbol.