En Ecuador prevalece el amarillo, pero también están el azul y el rojo de su bandera.

Dice la historia que su creador fue Francisco de Miranda, un personaje de leyenda, que estuvo en la Revolución Norteamericana con Washington, en la Francesa con Lafayette, y después recaló en la corte rusa de la zarina Catalina la Grande. Como recuerdo de ella, se llevó una bandera rusa. 

A Miranda le dicen El Precursor, porque fue el que inició el proceso de independencias sudamericanas que iban a continuar Bolívar, San Martín, O’Higgins y tantos más. 

En 1804 hizo su primer intento, alquiló una goleta en Nueva York y contrató a 100 mercenario. Cuando surcaba las aguas del Caribe rumbo a Venezuela, pensó que debería enarbolar una bandera para entusiasmar a esos yanquis que ni siquiera sabían a qué iban. 

Les enseñó a gritar en castellano Viva la libertad, y desempolvó la viaja bandera rusa de Catalina. Pero con el paso del tiempo, la franja blanca se había amarillentado, y por eso la bandera de la Gran Colombia fue amarilla, azul y rojo. Luego esa unidad se rompió, pero tanto Venezuela, como Colombia y Ecuador, mantuvieron esos colores.