Durante mayo de 2018 se realizaron los comicios de elección de directores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Ténicas (Conicet), las plataformas electorales de Alberto Kornblihtt y Mario Pecheny apuntaban a un organismo sin ajuste.

Ganaron, el primero en el Gran área de Ciencias Biológicas y de la Salud; y el otro en Ciencias Sociales y Humanidades. Así votaron los mismos investigadores.

El gobierno nacional tardó casi un año en reconocerlos, y oficializar sus nombramientos.

Kornblihtt no duda en que el contexto, con “una enorme presión social con asambleas, movilizaciones y apariciones mediáticas” de integrantes del organismo descentralizado, jugaron su papel para que surja la publicación en el Boletín Oficial.

“Debo pensar que, en este momento, implicaba un costo muy caro para el gobierno dilatar más el asunto. Lo que pasó es una falta de respeto tanto hacia los votantes como hacia nosotros”, sentenció.

Pecheny graficó cómo se imagina el momento de su asunción: “Necesitamos que se discutan públicamente las decisiones que se tomen a futuro y que la figura de los directores no quede desdibujada. Hay una desactualización de los salarios y en la administración de los fondos”.