Al cumplirse 43 años del inicio de la última dictadura cívico-militar en el país, mucho agua corrió bajo el puente. La diversificación de visiones es amplia y permite conmemorar en el país, cada 24 de marzo, el Día de la Verdad, por la Memoria y la Justicia.

Pero en dictadura, hubo plumas y organizaciones que sentaron precedentes, particularmente desde el exilio.

Parte de ese trabajo se encargó de recuperar el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), fundado en 1979 y con escritos presentados en el Coloquio de París denominado “La política de desapariciones forzadas de personas”, a principios de la década de 1980.

La dimensión que tomaba el terrorismo de Estado fue, en tal sentido, graficado casi en tiempo real, puesto que en aquel momento se esgrimía que había 1.500 presos políticos y otros 700 a disposición de la Junta Militar.

Organizado por franceses y argentinos, el evento era presidido por el Premio Nobel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel, y contó con la presencia de 500 juristas.

El "paralelismo global" (noción que refiere a recurrir a la ilegalidad pese a contar con el control de todos los órganos de seguridad y justicia) introducida por Augusto Conte y Emilio Mignone, fundadores del CELS, terminó marcando los primeros antecedentes de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, que la ONU implementó en 2006.

Aquel documento ahora está accesible on line.