Un particular hecho sucedió en Charleston, Estados Unidos, cuando un pequeño de once de años fue detenido por un policía mientras conducía un auto. El niño frenó y dijo que se había perdido en su camino hacia la casa de un desconocido que había conocido por redes sociales.

La historia comienza tres horas antes, cuando el pequeño tomó, sin permiso, el auto de su hermano. De esta forma, se lanzó a la carretera y manejó casi 320 kilómetros hasta llegar a Charleston, para encontrarse con una cita arreglada por Snapchat. De desconoce la identidad de esa otra persona.

La anécdota sirvió, en los medios del país del norte, para advertir sobre el uso de la tecnología en los menores. El padre de la criatura reveló que el niño había perdido la señal del GPS en la tablet y, por ende, también la dirección del desconocido. Es por esto que estaba perdido.

Afortunadamente, la historia tiene un final alegre: la policía avisó a la familia del niño y así su padre y su hermano fueron a rescatarlo. La tablet, en tanto, fue secuestrada para iniciar una investigación.