La incertidumbre política y social continúa siendo el actor principal luego del golpe de Estado ocurrido en Bolivia.

Tras la autoproclamación como presidenta de Jeanine Áñez, este miércoles la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, informó que no ha renunciado a su cargo y, por sucesión constitucional, le toca a ella asumir la presidencia de Bolivia.

Tras intentar ingresar al recinto, la policía boliviana ha impedido el ingreso de ella y el resto de los legisladores del MAS al Parlamento.

"Estamos iniciando una lucha por la recuperación de la democracia y contra el golpe de Estado", señaló horas después Salvatierra por las redes sociales.

En este contexto se sucedieron las protestas de simpatizantes de Morales y del ahora oficialismo, mientras que la policía nacional realizó actos de represión e intimidación incluso contra la prensa extranjera.

Un muerto en Montero y otro en Yapacaní, además de dos heridos de la bala fue el saldo de una nueva jornada violenta en el país. Desde que se desató el golpe, se contabilizan 10 muertos, más de 500 heridos y 460 detenidos, de acuerdo a la información brindada por la Defensoría del Pueblo de Bolivia.