Una enorme sonrisa dibuja la cara de María Florencia Bonsegundo al mirar una vez más el tanto que certificó la clasificación de la Albiceleste para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019. Y eso que la llegada del boleto mundialista se dilató siete meses.

Argentina quedó a las puertas de los dos cupos directos que repartía la Copa América 2018, teniendo que acudir al repechaje intercontinental frente a Panamá. Las sudamericanas encarrilaron la eliminatoria con una contundente victoria en la provincia de Buenos Aires (4-0).

En la vuelta, las Canaleras se adelantaron, pero Bonsegundo igualó (1-1) con un golazo desde el costado izquierdo para cerrar la deseada clasificación.

“Es un orgullo y una satisfacción representar a mi país, y ser una de las referentes”, confiesa la capitana argentina. “Hace más de 10 años que estoy en selección y es un premio al esfuerzo”.

El fútbol femenino argentino atraviesa un momento esperanzador. A la clasificación mundialista se han unido el reciente acuerdo para profesionalizar un torneo local y el apoyo económico que prestará AFA para cubrir los salarios de las jugadoras.

Pero no solo eso. Varias iniciativas, como la creación de un torneo copero o la implicación de varios clubes abriendo estadios como La Bombonera o el Nuevo Gasómetro para disfrutar del fútbol femenino, demuestra que hay una evolución.

“La historia está cambiando en lo deportivo y lo social en Argentina. Esta generación y este proceso serán muy importantes. Ojalá que todas las que vayamos al Mundial podamos vivir del fútbol”.

La ’11’ albiceleste es una de las numerosas jugadoras argentinas que aceptaron propuestas del exterior para dar un salto y profesionalizar sus carreras. “La vida me cambió muchísimo en un año. Ayer estaba estudiando y trabajando, y hoy me dedico exclusivamente al fútbol”.

En su primera temporada en el extranjero, Bonse ha sido clave en la permanencia del histórico Sporting Club de Huelva en la Primera División de España. Disputó 29 partidos, participó en el el 91% de los minutos y anotó 5 goles, incluido el de la victoria frente al FC Barcelona a domicilio.

“Era un sueño poder jugar en esta liga”, confiesa Florencia. “Semana tras semana te enfrentás a equipos y jugadoras muy fuertes. Entrenar el doble y tener esta competencia me ha hecho crecer en lo futbolístico”.

Su traslado a Europa ha coincidido con los amistosos de preparación mundialista de la selección. El comienzo de año arrancó con tres derrotas frente a República de Corea (0-5), Nueva Zelanda (0-2) y Australia (0-3).

“Los resultados no cambian nada”, afirma la mediocampista ofensiva. “Era la primera fecha FIFA que jugábamos contra equipos mundialistas. Son potencias y sabemos la realidad, pero nos ha servido muchísimo y seguiremos trabajando”.

Lejos de caer en el desánimo, el equipo del seleccionador Carlos Borrello continuó su puesta a punto con una gira por Estados Unidos a finales de marzo.

En esta ocasión, el balance se saldó con dos victorias, un empate y una derrota frente a equipos universitarios.

“Argentina viene demostrando que tiene material. Nos falta más tiempo juntas, pero estamos dando un salto y queremos dejar huella”, reconoce Bonsegundo. “Sabemos que este es el comienzo. El comienzo de una generación que dará que hablar”.