La fecha fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para recordar la importancia de la prevención de accidentes viales con este dispositivo.

El cinturón de seguridad es conocida como la herramienta que más vidas salvó. Latin NCAP, el organismo encargado de realizar las pruebas de choque de los vehículos que se venden en Latinoamérica, indicó que con el uso del cinturón de seguridad, entre 2016 y 2030 se podrían prevenir hasta 40.000 muertes.

Su implementación marco un antes y un después en la industria automotriz y en la comunidad en general, ya que a partir de su descubrimiento muchos medios de transporte se sintieron acompañados con su invención y a partir de allí muchas fueron las campañas que se brindan con tal de concientizar a la sociedad sobre su importancia a nivel mundial, el uso regular o por costumbre trae aparejado beneficios que van desde salvar vidas, hasta la de mejorar la conducción si es que nos sujetamos con el mismo.

De acuerdo a la OMS, el uso de cinturón de seguridad disminuye entre un 40% y un 50% el riesgo de pérdidas de vidas de los ocupantes delanteros de un vehículo, y entre un 25% y un 75% el de los pasajeros de asientos traseros. Se estima que, cada año, los accidentes de tránsito causan la muerte de aproximadamente 1,25 millones de personas en todo el mundo.

En la década del 30 los aviones lo incorporaron como elementos de seguridad pasiva. El primer registro de utilización del cinturón de seguridad data de fines de la década de 1940, a partir de una idea desarrollada por Preston Tucker, empresario y diseñador de automóviles estadounidense. En 1956 su invento fue retomado por Ford como opción de equipamiento, mientras que la firma sueca Volvo fue la primera en incorporar el cinturón de seguridad como equipamiento estándar en vehículos de producción masiva en 1959.

Su uso correcto y por costumbre brinda a la sociedad la tranquilidad de un viaje seguro, y por su efectividad en la conducción, un chofer bien aferrado a su asiento tiene la posibilidad de mejorar maniobras espontaneas y bruscas, que se darían por inercia, reduciendo indiscutidamente probables colisiones. Abrocharnos un cinturón de seguridad nos lleva de 1 a 3 segundos, un tiempo ínfimo si de cuidar nuestra seguridad se trata.

“Seamos prudentes, nuestras acciones deben verse reflejadas en buenos hábitos para la seguridad vial de todos.”