Los fenómenos meteorológicos propios del invierno exigen conducir con mayor precaución, sobre todo a los que se dirigen a la cordillera o hacia la Patagonia en busca de la nieve, donde la dificultad de sus caminos es aún mayor.

También hay que tomar en cuenta que el vehículo se exige en exceso, no solo por las bajas temperaturas sino también por el lastre del equipaje.

Antes de comenzar con el itinerario del viaje es necesario verificar el estado general del vehículo:

  • Revisar la batería: si está vieja o defectuosa puede descargarse completamente con el frío. Ante el frío intenso, se puede proteger la batería cubriéndola, bajo el capot, con una manta o forro polar.
  • Paciencia al arrancar. No insista si ve que el motor de arranque lo intenta, pero no puede. Probar un par de veces, no más de diez segundos, y esperar luego unos minutos para repetir la operación.
  • Después de arrancar, de tiempo al motor para que se caliente sin aceleraciones bruscas para que vaya adquiriendo temperatura poco a poco. Una vez en marcha, no enciendas inmediatamente la calefacción: dejar que el calor haga efecto antes sobre el motor.
  • Usar líquido limpiaparabrisas con anticongelante: es muy fácil que se congelen y obturen los conductos plásticos.
  • Chequee el líquido refrigerante, un líquido turbio o de color oscuro puede estar pidiendo un cambio. Y podría congelarse. No deje que eso ocurra: el líquido refrigerante también lleva anticongelante.
  • Mantener el nivel de combustible el mayor tiempo posible al máximo, no sabe si estará detenido o en situación de tener que dejar el motor del auto encendido para calefaccionar el habitáculo.
  • Dejar levantados los limpiaparabrisa: es la mejor forma de que las gomas de las escobillas no se congelen y queden pegadas al cristal; podrían romperlas al intentar despegarlas.
  • Mantener limpios los vidrios por dentro, cuando se empañen afectan y mucho a la visibilidad.

En zonas montañosas y de bajas temperaturas, particularmente en las primeras horas de la mañana, se debe prestar especial atención a las sombras que se reflejan sobre el pavimento dado que suelen formarse capas de hielo o escarcha.

Si se está manejando durante nevadas se recomienda disminuir la velocidad lentamente y siempre con las ruedas rectas. No es aconsejable acelerar ni frenar en las curvas, sino que se debe desacelerar de forma constante y permitir así que el auto vaya perdiendo impulso. También se sugiere tratar de estacionar sin aplicar el freno de mano, pero sí dejarlo en cambio. 

Foto: Pixabay.
Foto: Pixabay.

Una de las cuestiones principales es contar con las cubiertas adecuadas para transitar sobre pisos con baja adherencia si no se tienen se pueden adquirir cadenas para la nieve, que garantizan un mayor agarre a la superficie y son fáciles de colocar. Nunca deben quedar sueltas o flojas. Es importante que el uso de cadenas sea solo en caso de nevadas ya que, en caso contrario, pueden perjudicar a los neumáticos y las suspensiones. Este accesorio se ofrece por juego (dos), y va colocado en las ruedas motrices del vehículo.

Por precaución resulta crucial aumentar la distancia de seguridad con otros vehículos y reducir la velocidad de circulación. En estas situaciones es necesario prestar mayor atención al camino debido a que la baja adherencia es factor de accidentes.