Corría el año 1960 cuando Bruce Meyers transformó el primer Beetle de Volkswagen en un atractivo buggy de playa. Dejando gran parte de la mecánica y del chasis, la carrocería de fibra de vidrio animaba a imaginar a surcar las dunas de las playas. Unas 6.000 unidades fueron fabricadas durante seis años. Aunque la producción cesó en el 1971, Bruce Meyers mantuvo el control de la empresa hasta 2020, momento en el que la vendió a un nuevo comprador.

Vuelve el Buggy reconvertido en vehículo eléctrico

Atrás quedan los viejos y pequeños motores de Volkswagen. Llamado oficialmente como Meyers Manx 2.0 la oferta mecánica girará en torno a dos tamaños de batería: 20 y 40 kWh de capacidad. Una estética muy divertida con una gran superficie libre de chapa, faros redondeos (con tecnología LED), techo desmontable y nada de puertas es lo que se viene.

Vuelve el Buggy reconvertido en vehículo eléctrico

En su formato de mayor autonomía, el buggy eléctrico es capaz de alcanzar una autonomía de 480 kilómetros. Ofrecerá una potencia combinada de 202 caballos y 325 Nm de par motor, mucho más que los Manx originales. La unidad con batería de acceso, 20 kWh, ofrecerá un rango de autonomía aproximado de 240 kilómetros con una potencia de salida más baja (por el momento no se han especificado los datos concretos). En el mejor de los casos se ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 4,5 segundos.

Vuelve el Buggy reconvertido en vehículo eléctrico

La presentación oficial tendrá lugar el próximo 19 de agosto. La empresa ha anunciado que tiene la intención de fabricar una serie de 50 unidades especiales y conmemorativas en 2023, aunque habrá que esperar al 2024 para que la fabricación alcance su punto culminante, con precios todavía por confirmar pero que no serán muy baratos.