En la última audiencia por el crimen de Valentino Blas Correas (17) los imputados tuvieron su derecho a brindar la última palabra. En ese sentido, Javier Alarcón, acusado del crimen, indicó que no es un asesino.

“En primer lugar no soy un asesino, no maté a nadie, no quise hacerlo tampoco”, comenzó diciendo el ex policía. Posteriormente, pidió perdón “para las víctimas (sic) y familiares de las víctimas”.

Uno de los dos policías que estaban en el control de Avenida Vélez Sársfield sostuvo que “el 5 de agosto del 2020 yo salí de mi casa al mediodía a trabajar y no volví más. No salí pensando a quién iba a matar. En la madrugada del 6 de agosto del 2020 yo cumplía con mis obligaciones como funcionario policial. Estuve cinco segundos en el lugar de los disparos”, señaló Alarcón.

Y agregó: “De los cuatro policías que estábamos en el lugar fui el único que no había desenfundado el arma. Muchos que se sentaron acá en esta misma silla dijeron que estaba mal y se golpeaban el pecho tuvieron más de dos años para pensar qué hacer (en referencia a las autoridades policiales y políticas).Yo sólo tuve dos segundos o menos y siempre actué de buena fe, tratando de hacer lo mejor que podía mi trabajo”,  sostuvo el acusado.

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