Este jueves la Municipalidad de Córdoba comenzó a relevar los riesgos electrónicos en las plazas y paseos de la ciudad.  La decisión es directamente apagar las luces en las que se detecten peligros, por lo menos hasta que se efectúen las reparaciones necesarias.

La medida fue tomada tras la muerte de Luciano Aranda, el chico de 14 años electrocutado en una plaza de Alberdi. Luego de la muerte del chico, la decisión fue redireccionar todo el trabajo de las cuadrillas de Alumbrado Público a relevar el estado de las instalaciones eléctricas de las más de 1.200 plazas que hay en Córdoba.

Las cuadrillas revisarán los tableros eléctricos de cada espacio verde. Si se detecta alguna falla, no se repara en el instante, sino que la plaza quedará sin suministro de energía hasta que sea arreglada, según informó a La Voz del Interior el subsecretario de Infraestructura municipal, Juan José Tuninetti,

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Además el municipio tomará otras dos medidas políticas como respuesta a la tragedia: adherirá a la Ley de Seguridad Eléctrica, lo que implica que tendrá que elaborar un plan de readecuación de las instalaciones existentes.

El intendente Martín Llaryora también analiza crear un equipo de prevención de riesgos eléctricos que tenga a su cargo el relevamiento constante de todas las instalaciones en la vía pública: semáforos, postes y semáforos.

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