El juicio contra Marcelo Macarrón que se está desarrollando en los Tribunales de Río Cuarto sigue destapando sucesos que son utilizados según la conveniencia de cada una de las partes.

En la audiencia del miércoles, la amiga de Nora Dalmasso, Margarita Riega de Dalmaso, apuntó nuevamente contra Miguel Rohrer, como sospechoso del crimen de su íntima amiga.

Dijo que tenía un carácter agresivo y que había rumores de un romance entre ellos. Hasta aquí, en sintonía con la declaración de la familia Macarrón, que lo puso al empresario en la mira. 
Pero, además, antes de finalizar su testimonio, contó que su yerno Guillermo Lenti, productor agropecuario y presidente de FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) de Río Cuarto, se acercó por aquellos días a brindar las condolencias a su vecino Miguel Rohrer, otro empresario del sector, y cuando éste le abrió la puerta, los vio al viudo Macarrón y a su abogado Daniel Lacase tomando champán en el interior de la vivienda.

Raudamente, el fiscal Julio Rivero no dejó pasar el comentario y le preguntó la fecha de esa cita, a lo que la amiga de Nora contestó que fueron “4 ó 5 días después”.

Si bien la defensa encabezada por Marcelo Brito trató de poner paños fríos a la situación, diciendo que “no hay nada raro ni es nuevo de que estuvieran juntos Rohrer, Macarrón y Lacase” o que “estar tomando champán no significa estar celebrando”, dijo que prefiere escuchar de la boca de Lenti el episodio antes de hacer más declaraciones.

La Cámara del Crimen confirmó que el martes, el productor agropecuario deberá presentarse en los Tribunales para aclarar el episodio ocurrido hace 15 años. Rohrer no es más vecino de Lenti, según había declarado la hija de Macarrón, ya que vendió sus propiedades y se fue de la ciudad después del crimen. 

El periodista Hernán Vaca Narvaja había descripto la escena que la amiga de Nora Dalmasso contó en la audiencia de esta semana, en el libro “Las cuatro muertes de Nora Dalmasso”, de esta forma: “En el verano de 2007, un vecino de Miguel Rohrer decidió hacerle una visita solidaria (…) Tomó coraje, caminó hasta su vivienda y tocó timbre. Pero al abrirse la puerta, lo que vio adentro lo sorprendió: una botella de champán abierta y copas llenas en las manos de Marcelo Macarrón y por entonces su abogado, Daniel Lacase. El vecino solidario volvió a su casa consternado, más allá del gesto de acompañar a un amigo en un momento doloroso, no le pareció ocasión para brindar con champán y menos con el viudo de la víctima”.