Dos jóvenes fueron detenidos el miércoles por la noche en la ciudad de Córdoba, sindicados como los principales sospechosos del asesinato de Luis Eduardo Díaz, el kiosquero de 71 años, asesinado en su domicilio en Río Cuarto.

Los supuestos autores del homicidio lograron escapar de la ciudad del sur provincial en un colectivo del transporte público, pero fueron atrapados por personal policial apenas arribaron a la Terminal de Ómnibus de la capital provincial.

Se trata de un joven de 18 años y una mujer de 21 años, quienes están imputados del supuesto delito de homicidio en ocasión de robo.

El kiosquero de 71 años fue hallado sin vida en su domicilio de Río Grande 617, de la ciudad de Río Cuarto. Foto: Vía País
El kiosquero de 71 años fue hallado sin vida en su domicilio de Río Grande 617, de la ciudad de Río Cuarto. Foto: Vía País

El crimen brutal

Luis Eduardo Díaz fue encontrado sin vida en su domicilio de calle Río Grande al 617, en el corazón del sector conocido popularmente como “Brasca”, a metros del camping municipal y de la Terminal de Ómnibus de Río Cuarto.

Los datos preliminares de la autopsia realizada el miércoles indicaron que Díaz sufrió un fuerte traumatismo cráneo facial, entre otros golpes que le produjeron la muerte casi en forma inmediata.

En la casa donde fue asesinado había un gran desorden, como así también en el kiosco que regenteaba. Se verificó el faltante de dinero que tenía ahorrado y la recaudación de la despensa. También faltarían prendas, cigarrillos y bebidas, entre otros elementos.

Díaz fue asesinado de un brutal golpe en el cráneo con un objeto contundente, según los datos preliminares de la autopsia. Foto: Puntal
Díaz fue asesinado de un brutal golpe en el cráneo con un objeto contundente, según los datos preliminares de la autopsia. Foto: Puntal

Fue una de las hijas de Díaz quien se encontró con el trágico escenario y dio aviso a la Policía cuando entró al domicilio de su padre para buscarlo e ir juntos a abrir la despensa que ambos atendían.

Según trascendió el infortunado kiosquero habría sido atacado con un elemento contundente, que podría ser un caño que fue encontrado por los investigadores en el techo de la vivienda.

Leticia, hijastra del comerciante, contó que el hombre “vivía solo en la casa al lado del negocio" y agregó que “Tengo mi mamá de 93 años en mi casa, no sé si lo va a superar. Es una tragedia, estoy viviendo como una película que no se la deseo a nadie”, señaló.

Cuando se conoció la noticia del asesinato de Díaz, los vecinos de la zona se mostraron consternados: “Era una persona alegre y súper respetuosa”, relató Antonella, conmocionada por lo ocurrido. “El Pancho iba a ser el padrino de mi beba, por su cariño y respeto de tantos años”, afirmó la mujer embarazada.

Con información de Puntal