Eran alrededor de las 4 de la mañana cuando, según se reporta, se lograron contener todos los incendios que generaron angustia y dantescas imágenes en el sur del departamento Punilla.

Las evacuaciones, el fuego llegando a lugares poblados en varias localidades y una Villa Carlos Paz cercada fueron parte del paisaje de este martes.

El día después de los incendios en Punilla

Las llamas que pasaron por Tala Huasi, San Antonio de Arredondo, cerca de Icho Cruz y Cuesta Blanca llegaron a Cabalango. La situación incluyó el pedido desesperado de la intendenta interina, Carla Bruno, para que los 800 habitantes abandonen el pueblo. También hubo desesperación en las 400 viviendas y El Fantasio, pero las situaciones lograron ser manejadas merced a un trabajo intenso de bomberos y colaboradores.

Se le presta atención, eso sí, a “perímetros inestables”.

“Ya no se ve ningún frente activo allí”, sentenció el secretario de Gestión de Riesgo provincial, Claudio Vignetta. “San Clemente y Potrero de Garay están en guardia de ceniza aunque una lluvia enfrió el perímetro y trajo tranquilidad”, expresó el funcionario.

El giro del viento hacia el sur y el crecimiento de la humedad, merced a alguna que otra lluvia, fueron condicionantes.

En algún momento, el cambio de la orientación de las ráfagas puso en peligro de interfase algunos sectores del barrio de las 400 viviendas, pero oficialmente se adujo que “se logró contener rápidamente”.

La espera por el amanecer demanda la participación de los aviones hidrantes para una recorrida que actualice el panorama.

De manera formal, se dio a conocer que quedaba activo solamente el foco generado en la tarde del martes en La Tomita, en la zona de Tulumba.

En el lugar, hacia la tarde-noche dos viviendas sufrieron “daños parciales” debido a ráfagas de hasta 90 kilómetros de viento sur, y hubo evacuaciones en diez casas.

Por ahora, se encuentra “en zona de montaña” y se intenta que no retome en lugares poblados.

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