Con la llegada de la ola polar a Córdoba, el frío afecta a las personas pero también a los que nos rodean. Nuestras mascotas y plantas también se encuentran expuestas cuando bajan las temperaturas, y por eso es clave conocer cómo protegerlas para su bienestar. 

Si bien los perros y gatos poseen mecanismos naturales para poder protegerse del frío, es clave que reforzemos los cuidados durante los días de frío. En el caso de los perros, su tolerancia al frío depende de su tamaño corporal. Un estudio de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, los perros grandes pueden hacerle frente a las bajas temperaturas, mientras que los más chicos son los que requieren mayores cuidados. 

Las animales de razas grandes tienen una temperatura ideal entre los 12 y 15 °C, y pueden tolerar sin mayores riesgos temperaturas de hasta 4 °C. Por debajo de esa marca, especialmente cuando se acercan a los -12 °C, las condiciones se vuelven críticas. 

Los perros medianos presentan una tolerancia intermedia, mientras que las razas más pequeñas pueden verse afectados desde los -4 °C, con serios riesgos si la temperatura desciende a -6 °C o menos.

La escala al detalle.
La escala al detalle.

LOS CUIDADOS

Se recomienda el uso de ropa de abrigo en razas de pelo corto, proporcionar camas cálidas alejadas de corrientes de aire, reducir la exposición al frío intenso y aclimatarlos con paseos cortos que aumenten progresivamente. Mantenerlos dentro del hogar el mayor tiempo posible durante la noche también es fundamental.

Canal 10 Córdoba.

LAS PLANTAS

Por su parte, las plantas también enfrentan su propia batalla contra el frío. Las pocas horas de luz solar, la humedad ambiental y las heladas pueden provocar quemaduras en las hojas, manchas, o incluso la muerte de algunas especies que no están adaptadas al clima invernal. 

Córdoba polar: las claves para cuidar a las mascotas del frío
foto: redes.

El exceso de riego es uno de los errores más comunes durante esta estación. Al disminuir su actividad metabólica, muchas plantas necesitan menos agua que en verano, por eso es fundamental ajustar la frecuencia y observar señales de exceso o falta de hidratación. 

También se recomienda el uso de lonas térmicas para estabilizar la temperatura del entorno, el abono para fortalecerlas, y la poda como herramienta estratégica para facilitar el rebrote en primavera. También, es importante advertir las plagas, que no desaparecen del todo durante el invierno y pueden afectarlas ya que están debilitadas por el frío.