El fallecimiento del reconocido fotógrafo cordobés Osvaldo Ruíz, tras una dolencia que provocó su hospitalización semanas atrás, causó hondo pesar y dolor en el ambiente periodístico en particular y entre las distintas figuras y representantes de variados sectores sociales y políticos de la provincia.

Osvaldo abrazó la profesión de fotógrafo cuando apenas tenía 13 años, de la mano de su tío Ulderico Ruíz, quien comenzó a enseñarle el oficio aún en contra de la voluntad de su padre, Waldino Ruíz, que era reportero jefe del Diario Los Principios, adonde lo llevaba desde que Osvaldo tenía 8 años.

Allí, creció rodeado de máquinas fotográficas, negativos y rollos, en medio de la sala donde trabajaba su padre, que no quería para él esa profesión. Pero ya era tarde. Osvaldo, dicen sus amigos, había nacido con una cámara bajo el brazo. En octubre de 1968, con apenas 16 años ingresa oficialmente a trabajar en ese diario como reportero gráfico y medio año más tarde, forma parte de la cobertura del "Cordobazo", un momento histórico que reflejó con su cámara (como tantos otros a lo largo de su vida), con apenas 17 años.

Contaba Osvaldo que si bien con sus compañeros de trabajo ya estaban acostumbrados a cubrir movilizaciones gremiales y distintas protestas en esa época, no imaginaron nunca que los hechos ocurridos en esos días iban a tener la envergadura que tuvieron aquel 29 de mayo de 1969. Por la tarde, debieron llevar los negativos al diario Los Principios y como había toque de queda, pasaron la noche dentro de la redacción. 

El diario salió recién el día 31 de mayo y no al día siguiente de la revuelta y lo sacaron los propios trabajadores, ya que los directivos no fueron a la redacción en esas jornadas, con lo que, según relató Ruíz, pudieron hacer el diario a gusto y de acuerdo a los criterios de los propios periodistas.

Una de las coberturas de hechos históricos, realizadas por el reconocido fotógrafo cordobés, cuando tenía apenas 17 años. Foto: Osvaldo Ruíz.
Una de las coberturas de hechos históricos, realizadas por el reconocido fotógrafo cordobés, cuando tenía apenas 17 años. Foto: Osvaldo Ruíz.

A partir de ese momento, su vida siguió ligada para siempre con la profesión que eligió. Quienes lo conocimos, supimos de su enorme profesionalismo, su compromiso y su bondad, reflejada en una enorme sonrisa y un cálido abrazo para cada reencuentro en las distintas coberturas de hechos periodísticos en las calles de Córdoba.

En medio de una movilización con disturbios, Osvaldo Ruiz desempeñando su arriesgada tarea de reflejar un hecho periodístico. Foto: museoprivadodeartefotografico.blogspot.com
En medio de una movilización con disturbios, Osvaldo Ruiz desempeñando su arriesgada tarea de reflejar un hecho periodístico. Foto: museoprivadodeartefotografico.blogspot.com

A lo largo de sus más de 50 años de carrera realizó coberturas de las más variadas, no solo en la provincia, sino también a lo largo y ancho del país y también en el exterior. En 1974, durante una cobertura periodística en Tucumán, fue herido por un balazo de Gendarmería en una pierna y en ese mismo año, durante el velorio de Agustín Tosco volvió a recibir un disparo de arma de fuego en la espalda.

Trabajó a partir de 1976 para el Diario Crónica en Buenos Aires y otras publicaciones, para regresar a nuestra provincia en 1978, cuando se incorpora al Diario Córdoba y Tiempo de Córdoba. 

En 1982 realiza trabajos para el diario La Nación y desde 1986 hasta 1993 trabajó en La Voz del Interior. Junto a su compañera Irma Montiel, reconocida reportera gráfica, montan en ese año la agencia Prensa Visual y a partir de 2001 se incorporó al Diario Hoy Día Córdoba.

Junto a Irma Montiel, su compañera de vida y colega de profesión. Foto: museoprivadodeartefotografico.blogspot.com
Junto a Irma Montiel, su compañera de vida y colega de profesión. Foto: museoprivadodeartefotografico.blogspot.com

Recordaba como hitos en su larga carrera profesional, además de la del "Cordobazo", la del "Viborazo", los mundiales de fútbol de1974 y 1978, el terremoto de Caucete en San Juan, sus viajes a la Antártida en 1980, entre tantos otros sucesos históricos que cubrió con su cámara colgada a lo largo de más de 50 años de trabajo.