Marcelo Macarrón, el marido de Nora Dalmasso y quien en julio último fue absuelto del crimen de su esposa, tras un juicio por jurados realizado en la ciudad de Río Cuarto casi 16 años después del hecho, aseguró hoy que aún tiene "esperanza" de que la Justicia pueda encontrar al homicida, calificó de "inéptos" a los fiscales que investigaron el caso y pidió que el asesinato de su mujer sea investigado como un "femicidio".

Luego de que la Cámara en lo Criminal, Correccional y de Acusación de 1° Nominación de Río Cuarto diera a conocer el viernes último los fundamentos de la absolución de los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por promesa remuneratoria”, Macarrón explicó en una entrevista que "los distintos fiscales que pasaron por la causa fueron unos ineptos totales, nunca quisieron saber la verdad, nunca la buscaron y siempre buscaron a alguien de la familia para acusar".

En su relato, el médico traumatólogo, quien aseguró que está atravesando un período de recuperación tras contagiarse Covid, afirmó que, a su criterio, "hubo parte de ineptitud por parte de los fiscales" aunque también consideró que "la Policía Judicial de Río Cuarto no estaba a la altura de las circunstancias y que el caso se utilizó políticamente".

Macarrón aseguró que la sociedad no lo condenó sino que siente "muestras de apoyo de la gente" que lo cruza por la calle.

"Todavía tengo esperanzas de saber quién mató a Nora", manifestó. 

"Esto ha sido todo una locura, no hay nada contra mí. no había pruebas en contra mío", dijo en la entrevista radial, en la que recordó que cuando "sucedió todo esto, hace 16 años" su hija Valentía tenía 14 años y Facundo 18 años, la pasó "muy mal, fue una situación muy difícil", a pesar de lo cual se puso "la familia al hombro".

El viernes último, el tribunal que lo absolvió reconoció a Dalmasso (51) como "víctima de violencia de género" por las exposiciones que sufrió su "intimidad" y que “impactaron indebidamente sobre su honra, sobre sus intereses y sobre su memoria”.

Ante esa situación, el médico dijo tener "sensaciones encontradas" y se sintió reconfortado por el pedido del fiscal del juicio Julio Rivero para que el expediente pase a otra fiscalía y se continúe la investigación en procura de identificar a los responsables del crimen.

"Con mi hijo, con mi cuñado, la familia Dalmasso, tenemos sensaciones encontradas porque estamos muy contentos con la absolución, pero nos queda ese sabor amargo que no sabemos quién es el asesino", dijo en dialogo con Cadena 3. 

Luego, afirmó que "el fiscal (Rivero), con buen criterio, elevó todo a otra fiscalía para que se siga investigando y nosotros vamos a aportar datos de personas que no fueron citadas a declarar para que se puede encontrar al asesino".

"Esto es como una espina que nos queda clavada, tengo una gran satisfacción de estar absuelto pero me queda esa espina clavada por no saber quien mató a mi mujer", agregó Macarrón, quien se expresó con coincidencia con el fiscal en considerar que el crimen de Dalmasso "fue un femicidio".

"Se tiene que investigar como un femicidio, a pesar de que en la época en la que la mataron no existía esa figura", aseguró.

El juicio por el femicidio de Dalmasso había comenzado el 14 de marzo último y demandó 39 audiencias orales, por las que desfilaron 71 testigos, apenas un 25 por ciento de los más de 300 que se habían previsto.

El fiscal que instruyó el caso, Luis Pizarro, al elevar el caso a juicio, consideró que la madrugada del 25 de noviembre del 2006 el viudo "planificó dar muerte a su esposa por desavenencias matrimoniales y con la intención por parte de su/s adlater/es de obtener una ventaja, probablemente política y/o económica".

El cadáver de Dalmasso fue hallado en una de las habitaciones de su casa en el barrio Villa Golf, de Río Cuarto, y generó un fuerte impacto social en esa ciudad cordobesa.

No obstante, el representante del Ministerio Público que debió respaldar con pruebas esa acusación en el juicio cuestionó duramente la investigación llevada a cabo y dijo que no tiene pruebas para pedir una condena.

Télam