Este martes a la madrugada falleció Mario Díaz, un histórico dirigente social y sindical de Córdoba. Desde el año 2000 fue parte del Concejo de Administración Cooperativa Integral (Coopi)de Carlos Paz y en los últimos años se desempeñó como director de la empresa mixta Carlos Paz Gas, en representación de la cooperativa.

Antes de eso, fue durante muchos años un trabajador gráfico y dirigente de la Unión Obrera Gráfica de Córdoba (UOGC), donde llegó a desempeñarse como secretario general.

Mario nació en Oncativo y creció en el seno de una familia de obreros gráficos, trabajó desde joven en la imprenta Arpón y en plena dictadura integró el Movimiento de Unidad Gráfica, donde luchó y consiguió la normalización de la UOGC que había sido intervenida.

Además, fue secretario adjunto en los primeros años de la democracia, asumiendo un rol protagónico en la defensa de los puestos de trabajo. 

En su militancia sindical, a nivel nacional siempre se referenció en la CGT de los Argentinos y la figura de Raimundo Ongaro. En cambio, a nivel provincial intentó seguir los pasos del sindicalismo combativo de Atilio López, Agustín Tosco y René Salamanca. 

Junto a compañeros y compañeras sindicalistas, en esaslc, consiguió la obra social propia y la capacidad para discutir paritarias con la patronal. Más adelante, a principios de los ’90 fue fundador de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), en desacuerdo con la posición tomada por la cúpula de la CGT frente al gobierno de Carlos Menem.

En Córdoba fue el secretario adjunto de la CTA y acompañó allí a Luis Bazán de Sipos, quien era el secretario general. Ambos dirigentes tuvieron una gran cercanía que se reeditó en los últimos tiempos. 

En su juventud militó en la Juventud Guevarista, el Partido Revolucionario de los Trabajadores y Vanguardia Comunista. Marío siempre mostró una sensibilidad especial por los más necesitados y contra las injusticias. 

Fue un militante incansable por los derechos de los y las trabajadoras, poniendo toda su inteligencia, formación, fuerza y voluntad al servicio de las causas justas. Gran amigo de la Revolución Cubana y del sandinismo nicaragüense.

En 1995 fue protagonista junto a sus compañeros gráficos, del Sipos y de muchos otros sindicatos, y trabajadores y trabajadoras en general, de la pueblada que marcó un hito en el derrumbe del gobierno de Eduardo César Angeloz.

En los últimos años, instalado en San Antonio de Arredondo, Mario Díaz tuvo gran protagonismo en la gestión cultural de la Coopi en todo el sur del Valle de Punilla.

Sostuvo en la calle la disputa de la Coopi contra el municipio de Villa Carlos Paz por los servicios públicos en cuestión, sufriendo en su situación laboral, como decenas de trabajadores y trabajadoras cooperativistas, aunque nunca claudicó.

Sin ir más lejos, este último jueves 24 de marzo estuvo presente en la marcha por un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976, poniendo el cuerpo a las luchas y empujado por sus convicciones y su amor, como lo hizo durante toda una vida de coherencia ideológica y política. 

Mario Díaz es despedido hasta la mañana de este miércoles 30 de marzo por su esposa, sus cinco hijos, sus compañeros y compañeras en la sede de Gráficos, Artigas 60, de la ciudad de Córdoba.