Durante la tarde del domingo, en calle Crisol de Bº Nueva Córdoba, personal policial procedió a la aprehensión de seis niños.

A raíz del procedimiento, se efectuó la incautación de mercaderías varias y bijouterie que momentos antes habrían sustraído de varios comercios del sector.

Posteriormente, los menores y los elementos secuestrados, fueron trasladados a sede policial quedando a disposición de la justicia.

Lo que más llamó la atención, fueron las edades de los precoces ladrones, todos menores de 17 años, con edades que van de los 10 a los 17 años.

El dato llamativo es que dos de los niños detenidos tienen 10 años, el resto de 11, 13, 14 y 17 años.

Si bien puede inferirse que los más pequeños no son los “cerebros” de la banda, no deja de preocupar las edades en las que comienzan a tener este tipo de experiencias: robar, ser detenidos y hasta quedar demorados y luego ser retirados por sus padres de la comisaría.

Situaciones que, por demás está decirlo, pronto, y a partir de la sucesión de experiencias como estas, van incorporándose en su vida hasta quedar naturalizadas, lo que indudablemente es muy desalentador pensando en el futuro de esos niños.