"Acotada, sin retenciones ni empresas públicas de la provincia con el cartel de venta", dijo, y a varios parece haber conquistado.

Parafraseando y adaptando a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, en esos términos se manifestó Martín Llaryora este viernes, tras el encuentro con representantes del gobierno nacional.

Convocados, gobernadores asistieron en el mismo marco de incertidumbre de siempre para hablar sobre la necesidad de la gestión central de aprobar la Ley Bases o Ley Ómnibus.

Pero a la salida, el gobernador cordobés se encargó de marcar que “le veo mayores chances que la ley pueda salir”.

El contexto extenso del cónclave no fue un condimento para que no sea lo “fructífera” que consideró: "Todos pudimos plantear la situación. El gobierno planteó los puntos de la ley de bases más acotada y los puntos donde hay consensos, y hay algunos donde están dispuestos a recibir sugerencias".

Casi a modo de celebración, adujo que "no hay más derechos de retenciones, eso es una buena noticia, y no hay empresas sujetas a privatizaciones en Córdoba".

Los votos cordobeses parecen reorientarse hacia la “gobernabilidad”, una vez más.

Con el marco de la apertura de dos comisiones para discutir el trazo fino, Llaryora volvió a oponerse a que se vuelva a cobrar Ganancias y reiteró que hace falta “apuntar a los altos ingresos y no a los trabajadores”.