Desde el estudiante cuyano al que le juró “encargarse" de que no iba a ser nunca odontólogo porque pese a todo logró aprobar Microbiología yendo por un camino alternativo a su manejo en adelante, el caso Luis Olmedo tuvo ribetes de lo más variados.

Condenado por extorsionar a estudiantes de la carrera que se dicta en la Universidad Nacional de Córdoba, a quienes obligaba a concurrir a su academia privada para alcanzar la nota necesaria en su materia, el recorrido del docente con estas prácticas fue prolongado.

Este viernes surgieron muchas precisiones en la voz del fiscal Maximiliano Hairabedián.

Más de un centenar de testigos, entre alumnos, docentes y no docentes o consejeros, terminaron con el fallo judicial.

Entrevistado en radio Universidad, entre otras cosas, el funcionario sentenció que allí conoció un caso de “un estudiante del interior que dejó la carrera por los aplazos sistemáticos, porque eligió no pagar” u otra joven que “se propuso rendir las veces que sea necesario y se pasó cinco años intentando hasta que logró aprobarla por una situación azaroza”.

Las amenazas de “compartir el material” de parte de quienes eran parte del sistema fueron parte del paisaje también.