Nueva invitación de la Biblioteca Nacional Juan Filloy (sede Córdoba). En esta ocasión un repaso y una presentación alrededor de una obra poética: se presenta “Ecopoesía”, de Aldo Parfeniuk. La cita es este miércoles a las 18 horas en 27 de abril 375, entrada libre y gratuita.

Presentación de “Ecopoesía” de Aldo Parfeniuk en la Biblioteca Nacional sede Córdoba

Sobre los orígenes de la obra, opina Raúl Tamargo, “Desolados ante la imagen apocalíptica de los incendios forestales, tres poetas reunidos en Villa Carlos Paz decidieron promover un movimiento al que denominaron Bosques de la Poesía. Era el año 2020. Los poetas: Aldo Parfeniuk, Pedro Solans y Leopoldo Castilla. La propuesta: plantar árboles nativos en espacios públicos, establecer allí variadas relaciones con la poesía y los poetas y promover una ley que declare a la naturaleza como sujeto de derecho. Desde entonces se han creado Bosques de la Poesía en varios lugares del país, América Latina y Europa”. 

Ecopoesía reúne una serie de ensayos en torno a esta idea, desarrollando conceptos y definiciones alrededor de los términos ecopoesía y ecocrítica. Cinco son las obras que Parfeniuk analiza: las de Leopoldo Teuco Castilla, Edith Vera, Romilio Ribero, Manuel J. Castilla y la de la cubana Dulce María Loynaz.

Presentación de “Ecopoesía” de Aldo Parfeniuk en la Biblioteca Nacional sede Córdoba

Ya en la primera página resalta «la importancia de las relaciones entre literatura, lenguaje y naturaleza» y la necesidad de revisarlas en momentos como el que estamos viviendo, de «profunda crisis global […] tanto con relación al medio ambiente como al lenguaje, igualmente sometidos a una dominación, desgaste y extinción indiscriminados». Más adelante afirma que «la poesía alimenta al sistema ecológico del lenguaje, funcionando como una fuente de crecimiento y “control de calidad” de las palabras que dan vida a cada lengua y al lenguaje humano en general». Y levanta la apuesta cuando afirma que «la poesía es, en el orden del lenguaje, un producto, una creación natural que viene a oxigenarnos y a renovarnos. Y no solo por no producir desperdicios […] sino porque hace nacer “cosas” vivas, necesarias […]».

«El desafío —dice Parfeniuk— es tratar lo ambiental no sólo como un problema de contaminación y degradación biofísica, sino como un desequilibrio profundo de lo social y cultural en medio de todo lo cual el lenguaje, junto al resto de los recursos expresivos del hombre, juega un papel fundamental».